Después de haber valorado cuidadosamente dicha propuesta, te comunicamos que la organización Womad ha decidido retirar el proyecto Womad de la ciudad de Cáceres de forma definitiva". Con este escueto comunicado el festival multiétnico que ha llevado el nombre de Cáceres por todo el mundo da carpetazo definitivo a 16 años de historia de la música en la ciudad. Ayer, la consejera de Cultura y presidenta del Consorcio Gran Teatro, Leonor Flores, anunciaba públicamente la decisión de Womad y aseguraba un nuevo festival, organizado desde Extremadura y previsto del 8 al 11 de mayo próximos.

Leonor Flores explicó que el Consorcio Gran Teatro --es un órgano compuesto por la Junta de Extremadura, el Ayuntamiento de Cáceres, la Diputación de Cáceres y la Caja de Ahorros de Extremadura, encargado de negociar con Womad la presencia del festival en Cáceres-- remitió el 10 de enero una propuesta a la organización Womad solicitándole una serie de modificaciones y mejoras sobre el formato y programa artístico que se ha llevado a cabo en las últimas ediciones del festival. Este documento pretendía adelantar, según dijo ayer la consejera, una serie de peticiones que se trabajarían en profundidad durante una próxima reunión, a celebrar en Madrid, entre ambas partes.

Pero 24 horas después del envío de esa petición, la organización responde que se marcha de Cáceres y que lo hace de manera definitiva. Tanto la consejera como el director del Gran Teatro, Isidro Timón, explicaron que el Consorcio quería el Womad, que únicamente pretendía negociar opciones más ventajosas para la ciudad y lamentaron que la organización no diera siquiera opción a una reunión para debatir el asunto. Ambos añadieron que las peticiones de mejora formuladas a Womad eran lógicas. Primero teniendo en cuenta el desembolso económico (481.000 euros) que supone celebrar el festival y, segundo, porque a juicio del Consorcio el espíritu originario de Womad se estaba perdiendo, la calidad del mismo había descendido y, por tanto, se exigía un replanteamiento del formato.

Según ese criterio, el Consorcio pedía a Womad su participación en la elaboración del programa artístico, recuperación de un mercado global en la plaza de Santa María similar al que existió durante los primeros años, el escenario de la plaza de las Veletas (que también existió en los primeros años), recuperación de las comidas del mundo en San Mateo e inclusión en el programa de mano del festival y en sus carteles de todas las actividades que se organicen desde Cáceres y que estén patrocinadas por las instituciones del Consorcio.

EL SONIDO Igualmente, entre las peticiones figuraba la mejora sustancial del sonido en los escenarios de la plaza de San Jorge y plaza Mayor (que era una de las quejas constantes en anteriores ediciones), la inclusión de los logotipos del Consorcio Gran Teatro y del Cáceres 2016 en todos los escenarios del festival (Flores habló de un incumplimiento de la organización que se había comprometido a esa promoción del 2016) y ampliación del número de niños participantes en los talleres infantiles. En este sentido, Flores indicó que hasta ahora se daba participación a un máximo de 20 niños. A juicio de la consejera, eran pocos y, por tanto, esta actividad debía ampliarse a los colegios si se pretende educar en la tolerancia.

El Consorcio también solicitaba la presencia en los escenarios de posibles patrocinadores del festival y de material promocional, así como la firma de un convenio entre Womad y el Consorcio que garantizase la presencia de artistas extremeños en otros festivales Womad.

Tanto Flores como Isidro Timón manifestaron que en los últimos años Cáceres tuvo poco más que replegarse a los intereses de Womad. Timón indicó que aprovechando los cambios en las elecciones "se replanteó cómo es el Womad y se valoró que no se cumplen las expectativas que se esperaban en los últimos formatos". Timón recordó, por ejemplo, cómo en 1999, ante los problemas de seguridad en el recinto intramuros dado el volumen de público, hubo de adoptarse "la decisión salomónica" de celebrar Womad en días de diario. También adujo a cómo en el 2004, Womad no quiso volver al hípico y no volvió. A juicio de Timón, todo ello beneficiaba a Womad pero perjudicaba a la ciudad porque ésta no obtenía la contrapartida de turistas, ni de dinero, ni de promoción. "Había que meter 25 artistas en cinco horas en dos días y por el mismo precio había conciertos de media hora cuando deberían ser de una", dijo Timón.