Desde hace unos días, sino son ya unas semanas, vengo apreciando un apestoso olor a fango y lodo cada vez que abro el grifo del agua potable de mi casa. Esta circunstancia, que en un principio achaqué a alguna obra que se estuviera realizando en las proximidades de mi vivienda, empezó a intranquilizarme a medida que pasaba el tiempo y esa situación se prolongaba al tiempo que se agravaba. Aquello que empezó con un ligero olor a fango ha derivado a un olor a aguas putrefactas que ya no es que impidan el uso del grifo como agua potable para beber, sino que incitan a la nausea más profunda cuando realizas el simple hecho de acercarte ese líquido a la cara para realizar el más básico aseo personal. Evidentemente hace días que en casa, tanto para beber como para cocinar estamos usando agua embotellada, pero parece que en nuestro ayuntamiento hay deseos de que lleguemos a usar el agua embotellada también para lavarnos aunque sospecho que no se producirá ninguna rebaja en nuestra factura del agua para compensar la pérdida de calidad de bien tan básico.No obstante, lo que más me ha llamado la atención es el silencio mediático que se está produciendo en torno a este hecho. ¿Es que nadie se ha dado cuenta de que tenemos en nuestros grifos un agua no ya de pobre calidad sino imbebible? ¿Es que el ayuntamiento va a seguir cogiendo agua del Tajo para suministrarlo a la población de Cáceres esperando que el pueblo calle y aplauda?Mi opinión personal es que Cáceres no solo necesita agua, sino que la necesita de calidad y cuando se siguen tirando globos sonda para tantear a la opinión pública sobre un hipotético trasvase des Valdecañas a las huertas levantinas, bueno sería plantearse realizar las inversiones para trasvases desde ríos como el Tiétar o el Alagón a la ciudad de Cáceres, digo los ríos Tiétar y Alagón por ser de los ríos cuyas aguas tienen mejor calidad en la provincia de Cáceres y donde ya hay infraestructuras de embalses que facilitarían esa tarea.