No era lo que esperábamos. Fue un compromiso cogerla después de que nos la regalaran. No tenía planta de perra con aptitudes para la caza, ni tampoco era el perro ideal como mascota, simplemente era un chucho.Después de nuestra vida juntos, en familia, tras ocho años y algo más de 5 meses, era una más en nuestra casa. La lista de cariños de mi hijo, de cinco años, está formada por sus padres, su hermana y su perra. Tras esta lista todo lo material, como es lógico en un niño de su edad,él lo tenía claro, su perra estaba entre las "cosas" que más quería.Nosotros lo hemos descubiertos tras haberla perdido. Jamás imaginé que tanto iba a llorar por ella. Está siendo muy triste y difícil de sobrellevar.Tenía su espacio en casa, espacio que ha quedado vacío.Era la alegría de nuestro hogar. Siempre era a quien primero te encontrabas y saludabas al entrar. Era la primera preparada para salir a la calle en cualquier momento, aunque acabase de entrar.Era la compañera de juego de mi hijo, incondicional.Era nuestra guarda protectora, nos advertía de la llegada de toda persona extraña.Los días de salida a la parcela se ponía como una loca. Ahora permanecerá allí mientras sus restos existan. En nuestro corazón estará siempre.Sentimientos por una mascota.Fue atropellada el martes 26.