Ave María...// ¡Hombre Bisbal! tú por aquí!!. // No Padre. Vengo a confesarme. Me acuso de haberme manifestado. // ¿Cuántas veces? // Ultimamente dos. // Eso es reincidir en la contumaz concupiscencia. // Es que el año pasado lo hicimos muchas veces y Dios no nos hizo caso. // Pero hijo, ¿cómo metes a Dios en esto? // Es que se trata de una guerra // Pero es que Dios no hace las guerras. Sólo las consiente. ¿qué guerra había ahora? // La de Urdaci. ¿Es que no ve la primera? // Sí hijo, es la única que veo // ¡Ah!, será por eso. Están haciendo la guerra con mentiras de intoxicación masiva. // Bueno, si estabas intoxicado, es como estar enfermo. Venial el pecado, leve la penitencia // Yo no estaba intoxicado. Pero se han intoxicado casi todos. // ¡No me digas más! ¡No fuiste a la manifestación del silencio! // Sí, si fui // Pero ¿osaste manifestarte dentro de la manifestación?. // No Padre. Fui en silencio al lado de mi familia. No se podía ir al lado de ese gobierno // Mira que eres rebelde // No crea Padre, que tragué quina. Mire esos líderes intoxicados...al lado de un gobierno guerrero y mentiroso y sin decir ni pío. Lo hicieron así por las víctimas, claro. Y ahí terminé de ponerme malo. Las tripas, Padre. Y que no puedo con Acebes // ¡Oh Dios mío!, me temo lo peor. ¡Has ido a la manifestación ilegal! // Sí Padre. Porque estaba reflexionando. // Y además habéis usado esos aparatitos, que parecen hechos por el diablo// Padre, que no le oigan Aznar ni Villalonga // ¡Ah!. Qué tiempos. Los tuve juntos en clase. // ¡Padre!. Que estoy aquí// ¿Por dónde íbamos? // La penitencia // ¿La penitencia?. ¿Te parece poca penitencia los resultados?. Habéis votado con el corazón en vez de con la cabeza. Y verás ahora. ¡Qué va a ser de nuestra asignatura de religión!. Y no te extrañe de que empiecen a acusarnos todos los días de barbaridades // Pero Padre. Se está usted liando. ¿No estará usted intoxicado? // ¡Bueno, bueno! son días difíciles, hijo. Que Dios nos pille confesados.