Si se tuviera que resumir en una única imagen unas vacaciones de verano ideales, quizás se tendría que recurrir a la foto de un buen chapuzón, capaz de acabar de inmediato con todo el calor acumulado en el cuerpo. Esto no quiere decir ni mucho menos que todas las miradas se tengan que dirigir hacia la playa, porque hay muchas otras opciones. Y Extremadura es un buen ejemplo de ello, gracias a más de 1.500 kilómetros de costa interior, formados por ríos, embalses, pantanos, piscinas naturales… Toneladas de agua dulce para bañarse tranquilamente o bien para practicar todo tipo de deportes acuáticos como vela, esquí acuático, piragüismo, kite surf, windsurf o submarinismo, entre muchas otras propuestas deportivas y de ocio. Quizás una de las opciones más auténticas pasa por adentrarse en la naturaleza extremeña en busca de las aguas cristalinas, y también heladas, de las piscinas naturales, pozas, cascadas y gargantas que se esconden entre árboles y rocas. La comarca de Las Hurdes, en el norte, posee una gran riqueza natural y dispone de numerosas zonas de baño donde aliviar las altas temperaturas del verano. También es el lugar adecuado para conseguir emociones fuertes, gracias a sus ríos caudalosos que se convierten en el escenario ideal para un descenso en rafting. Además, existen numerosas pozas naturales para el baño: Las Mestas, Sauceda, Ovejuela, Pinofranqueado, Casar de Palomero, Fragosa y Nuñomoral, Caminomorisco, Arrolobos, y Riomalo de Abajo, entre otras. Aparte de Las Hurdes, las piscinas naturales de la comarca de La Vera, también al norte, son lugares perfectos para tomar un baño, con aguas de gargantas que proceden directamente de la sierra. Así, muy cerca de Madrigal de la Vera se encuentra la Garganta de Alardos. En Guijo de Santa Bárbara nace la Garganta de Jaranda que lleva las aguas hacia el río Tiétar pasando por Jarandilla de la Vera. En este entorno existen varias zonas de baño muy conocidas como El Trabuquete, la piscina de La Puente o el Calamojero, entre otras. La piscina natural de El Lago de Jaraíz de la Vera es la más amplia y una de las más conocidas, bien acondicionada para el turismo familiar y con unentorno natural envidiable.

Erosiones en piedra.

Y en el corazón del valle del Jerte, a poca distancia de la ciudad de Plasencia, se encuentra la Reserva Natural de Garganta de los Infiernos, que regala toda una serie de piscinas naturales esculpidas en la roca gracias al trabajo constante y permanente del río Jerte, nutridas por el agua del deshielo. La más impresionante de todas es la de Los Pilones, formada por 13 pequeñas piscinas que se han formado en la roca por la erosión del agua sobre el granito. Eso sí, para llegar hasta ellas hay que caminar algo más de 3 kilómetros por senderos perfectamente señalizados. También es más que recomendable seguir la ruta de senderismo de la Garganta de las Nogaleas, que conduce hacia una serie de cascadas impresionantes, alguna de las cuales permiten bañarse entre el estruendoso ruido del agua cayendo desde el cielo.El valle del Jerte también es un destino muy apreciado por los aficionados al barranquismo, que encuentran en zonas como Los Hoyos y Los Papúos barrancos y gargantas por los que descender, afrontando saltos, toboganes y rápeles. Siempre con la ayuda de un guía y el material necesarios, como casco, neopreno y arnés. Las empresas especializadas de la zona también ofrecen la posibilidad de participar en actividades como el descenso en aguas bravas, la espeleología, la escalada o una excursión en piragua.

Bandera azul.

Y aunque parezca mentira, Extremadura también cuenta con una playa, o al menos algo parecido en plena dehesa. El embalse de Orellana, situado en el municipio de Orellana la Vieja, en plena comarca de La Serena, posee una playa de agua dulce con bandera azul, lo que la convierte en la primera y única playa de interior con esta distinción en España, otorgada por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor(Adeca) como certificado de la buena accesibilidad, el respeto a la legislación y la calidad de las aguas. Se trata de una playa artificial perfectamente preparada, que está rodeada de bosques de eucaliptos y cuenta con un enorme aparcamiento y merenderos junto a la orilla para el picnic. A VELA. En este espacio se puede optar por estirarse al sol y darse de vez en cuando un buen chapuzón, o bien se puede incrementar el ritmo y practicar algún deporte acuático como el windsurf, el esquí acuático o la navegación a vela. De hecho, Extremadura cuenta con diversas escuelas y clubs náuticos, dos de ellos instalados en Orellana. En sus aguas se puede aprender los secretos de la vela a bordo de pequeñas embarcaciones como el raquero o el cóndor, perfeccionar la técnica con un optimist o convertirse en todo un profesional al timón de un 4,20. Sus aguas calmadas, al mismo tiempo, son especialmente idóneas para iniciarse en el windsurf, así como otros deportes acuáticos que ganan cada vez más adeptos, como el paddle surf, que consiste en permanecer erguido sobre una tabla de surf mientras se avanza gracias a un remo. O el kite surf, en el que se toma impulso gracias a una cometa. Los aficionados a la pesca también podrán esperar a que el anochecer empuje a los bañistas a casa para sacar la caña y lograr que pique alguno de los ejemplares de percas negras, carpas, lucios y barbos que nadan en sus aguas. Otro buen destino son los pantanos de Alange, García de la Sola y Cíjara, en la provincia de Badajoz, y los de Alcántara, Valdecañas y Gabriel y Galán, en Cáceres.

Descenso en canoa.

Los ríos extremeños también dan mucho juego, y esto es algo que se podrá comprobar el próximo 3 de agosto, cuando se celebra la séptima edición del Descenso del Alagón. Una cita que convoca a cientos de piraguas, canoas y kayaks para completar un recorrido de 19 kilómetros entre las poblaciones de Riolobos y Coria. Una cita acuática para todos los públicos, que se ha convertido en uno de los acontecimientos más esperados del verano extremeño. Una buena forma de poner en valor, tanto el entorno natural como los turísticos del valle del Alagón, además de promocionar el turismo y promover la sensibilización sobre su cuidado y su existencia entre todos los participantes. Eso sí, no se trata de un simple divertimiento, ya que para participar se debe estar en buena forma física, y es que la salida está prevista para las 8.00 horas de la mañana y se calcula que los últimos participantes atravesarán la línea de meta a las 14.30 horas. También hay previstas toda una serie de actividades complementarias durante todo el verano, siempre vinculadas al río. Por ejemplo, un recorrido en tándemkayac, un curioso tren turístico formado por diversas canoas y remolcado por una lancha con motor eléctrico, 100% ecológico. O bien talleres de piragüismo y descensos en canoa.

Actividades.

Y para quien aún quiera más, puede dirigirse al sureste de Badajoz, donde se encuentra el Parque Temático Natural de Alqueva. Del 28 de julio al 28 de septiembre, en los embarcaderos pacenses de Villarreal (Olivenza), Cheles y Villanueva del Fresno organizan toda una serie de actividades acuáticas, como exhibiciones de vela a cargo de deportistas de la Federación Extremeña de Vela o bautismos para los novatos. También habrán cursos de piragüismo, deportes acuáticos y actividades multiaventura y, para cerrar el verano, el 15 de septiembre está previsto un descenso con kayaks por el río Guadiana, partiendo del enclave histórico de Puente Ajuda y hasta el embarcadero de Villareal. El itinerario, de unos 12 kilómetros, contempla paradas para la observación de flora y fauna y restos etnográficos asociados al río, como molinos. En definitiva, múltiples propuestas en toda Extremadura para vivir intensamente un verano de agua dulce.