La muerte de Manuel Pérez, el vecino de Oliva de la Frontera (Badajoz) que estuvo siete días desaparecido, fue un accidente. Esta es la principal hipótesis que se baraja, según acaba de confirmar la Guardia Civil, a partir de los resultados de la autopsia practicada al cadáver.

El cuerpo sin vida de este hombre de 57 años fue encontrado el pasado sábado, 8 de enero, hacia las 13.00 horas, en el interior de un pozo de una parcela particular, situada a escasos metros de las últimas casas de la localidad por el camino de los Grifos. El pozo tiene entre 4 y 5 metros de diámetro y un brocal de 1,20 metros de altura. El lugar por el que se cree que se precipitó era tal vez el más inaccesible, así como parece difícil entrar en la parcela, al menos por la entrada principal, pues tiene una cancilla que estaba cerrada con un candado y además de la altura, de 2 metros, tiene pinchos en la parte superior. Puede que entrase por la parte de atrás de la finca y que conociese el lugar, pues era su paso habitual de camino al trabajo. Manuel Pérez se dedicaba a cuidar ganado en una finca de la cooperativa de Oliva La Benéfica situada en el término de Jerez de los Caballeros.

Se desconoce cuántos días podría llevar muerto cuando fue encontrado, una información que no ha trascendido. Manuel Pérez fue visto por última vez el 1 de enero. De la instrucción se encarga el juzgado de Jerez de los Caballeros, cuya titular decretó el secreto de sumario, y la investigación de momento continúa abierta. Se cerrará a partir de los resultados del análisis forense, cuya principal hipótesis confirma los indicios iniciales, que apuntaban a una muerte accidental. Según fuentes consultadas, el entorno del fallecido nunca ha creído que lo hiciese de forma voluntaria.

El cuerpo fue encontrado por un joven de 16 años, hijo del dueño de la parcela, que estaba pasando la mañana con unos amigos, que se asomaron al comprobar que había unas piquetas caídas. Inmediatamente dieron la voz de alarma. El operativo de búsqueda se había reiniciado esa misma mañana con efectivos de la Guardia Civil y la Policía Local de Oliva. Fueron los Geas los que rescataron el cadáver del pozo. Posteriormente fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Badajoz y ayer domingo recibió sepultura en el cementerio municipal de Oliva.