Los portavoces de IPAL y PSOE en el Ayuntamiento de Alburquerque, Manuel Gutiérrez y Juan Carlos Prieto, respectivamente, han explicado los detalles del acuerdo de gobierno al que han llegado ambas formaciones y que cumplirán a partir del 10 de mayo, día en que se celebrará la sesión extraordinaria de pleno de la corporación municipal en la que se aprobará la anunciada moción de censura, en que la que desbancarán a la actual alcaldesa, Marisa Murillo, que gobierna en minoría desde su grupo no adscrito.

La oposición la conforman actualmente siete concejales (4 del grupo independiente IPAL, y 3 del PSOE) frente a cinco del grupo gobernante. Gutiérrez (Ipal) ejercerá como alcalde y Prieto (PSOE) como primer teniente de alcalde hasta las elecciones locales de mayo de 2023. Los miembros del nuevo equipo de gobierno mantendrán sus actuales puesto de trabajo, por tanto no habrá liberados, ninguno cobrará sueldo de las arcas municipales, mientras que la junta de gobierno estará compuesta por cinco integrantes, presidida Manuel Gutiérrez, junto a otros dos concejales de Ipal y dos del PSOE.

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En el acuerdo de gobierno firmado por ambas formaciones existe el compromiso de encargar una auditoría de cuentas, "para posteriormente poner en marcha un plan de viabilidad económica y financiera, junto un plan de pago y/o aplazamiento de la deuda con la seguridad social y con otras Administraciones y un plan de pago a los empleados municipales" explicó Prieto, quien ha anunciado que iniciarán contactos con otras administraciones, "para dar soluciones a la actual crisis política-institucional y económica-social que sufre el municipio, para recuperar Alburquerque".

Gutiérrez ha hablado de la moción de censura, como una medida "trascendental para el futuro de Alburquerque. La única opción que nos quedaba al no presentar la dimisión la alcaldesa y porque la paralización total del ayuntamiento lo exigía". La deuda municipal se estima en unos 15 millones de euros, tres veces el presupuesto municipal, con reiterados impagos a proveedores y a los empleados públicos (hasta 13 nóminas se adeuda a algunos), mientras que las principales fuentes de financiación están bloqueadas , "lo que afecta a la convivencia ciudadana". Reconoce que no prometen, "recetas milagrosas ante tal desastre generado durante muchos años", pero prometen trabajar unidos, IPAL y PSOE, junto al resto del vecindario, "para que entre todos salgamos de esta". Además de atender las demandas de los vecinos, asegura que ocuparán su tiempo en dar respuesta a las muchas reclamaciones judiciales interpuestas contra el consistorio, "y por supuesto en buscar la mejor forma de revertir la caótica situación que padecemos". Por último, ha reconocido que la gestión durante el último año de la legislatura dejará de ser personalista, como hasta ahora. "Pasaremos a trabajar en equipo y se basará en la eficacia, la austeridad, la imparcialidad y la responsabilidad, como principios básicos del buen gobierno".