El recientemente nombrado arzobispo coadjutor de Granada, José María Gil Tamayo, natural de Zalamea de la Serena, celebró los pasados días 1 y 2 de noviembre las misas de los santos y de los difuntos en la iglesia y en la capilla del Santísimo Cristo, respectivamente.

El sacerdote, licenciado en estudios eclesiásticos y en ciencias de la información en Navarra y que fue obispo de Ávila hasta ocupar su nuevo cargo, es un amante de su pueblo, el cual visita periódicamente y donde es muy querido.