Debate radiofónico. ¿A favor o en contra?

La comunidad educativa de Monesterio debate sobre el uso del teléfono móvil en las aulas

“Estamos poniendo herramientas en manos de nuestros hijos que, nosotros como adultos, no sabemos usarlas”, coinciden

Participaron docentes, educadores, representantes de madres y padres y una técnica en competencias digitales

Debate sobre el uso del móvil en los estudios de Radio Monesterio

Debate sobre el uso del móvil en los estudios de Radio Monesterio / Rafa Molina

 La emisora municipal, Radio Monesterio, acogió un interesante debate sobre el uso del teléfono móvil en las aulas. Días antes de que conociéramos que la Consejería de Educación, Ciencia y Formación Profesional, de la Junta de Extremadura trabaja en un sondeo con el que conocer las opiniones de la comunidad escolar sobre la futura regulación del teléfono móvil en los centros educativos, sobre el que ofrecer una propuesta regional a la Comisión Sectorial, representantes de madres y padres, docentes y educadores, a propuesta de la técnica del Plan de Competencias Digitales, Irina Cortés, acudieron a los estudios de la emisora para debatir sobre la utilización de los smartphones en las aulas.

 Participaron Juan Molina, director del colegio de Infantil y Primaria ‘El Llano’; Ana González, Educadora en el IES ‘Maestro Juan Calero’; Rocío Gallego, Técnica de Formación e Información de la Oficina de Consumo de la mancomunidad de Tentudía; María Muñoz, en representación de la asociación de madres y padres; e Irina Cortés, Técnica del Plan de Competencias Digitales de la Junta de Extremadura, gestionado por Aupex.

 El argumento sobre el que versó el programa trató de buscar beneficios e inconvenientes. En su planteamiento, Irina Cortés, introdujo el debate teniendo en cuenta la realidad: El teléfono móvil forma parte de nuestras vidas. Debido a la gran cantidad de recursos que ofrece es, además de un magnífico instrumento de ocio, una grandiosa herramienta para el aprendizaje. El mal uso que se pueda dar al móvil por parte del alumnado en los centros educativos está generando un debate general, en el que todas las partes implicadas coinciden, en al menos, el concepto de que “el buen uso de las nuevas tecnologías en las aulas es beneficioso para la educación”.

Formación

 La formación del profesorado, pero también la de madres, padres y abuelos, se hace “esencial” para que niños y jóvenes hagan un buen uso de las nuevas tecnologías. En este concepto, volvieron a coincidir todos los perfiles representados en el debate. “Estamos poniendo herramientas en manos de nuestros hijos, que nosotros, como adultos, en muchos casos no sabemos usarlas”, sostiene Irina Cortés, técnica del Nuevo Centro de Conocimiento de Monesterio. “Es innegable que ellos tienen las destrezas digitales, pero, nosotros como adultos, somos quienes tenemos que enseñarles cómo utilizar estas herramientas”.

 María Muñoz incide en la importancia de la formación. “Primero, tenemos que formarnos los padres. Tenemos que aprender para poder enseñar a nuestros hijos e hijas”, sintetiza la representante de las Ampas, quien enfatiza en la necesidad de “aprovechar los recursos gratuitos que se nos ofrecen desde las administraciones”, para proteger y sensibilizar sobre el uso responsable de los dispositivos móviles.

 “Las nuevas tecnologías no son la base de la educación”, argumenta Juan Molina. Sin embargo, para el director del colegio de Infantil y Primaria el uso de estas herramientas representan “un excelente complemento”. Lo hay que tener claro es “cuando tenemos que usarlas”.

 “Con los niños y niñas no podemos utilizar la pedagogía del miedo”, expresa Rocío Gallego. En su doble condición de madre y educadora, la técnica en consumo es partidaria de “formar en el uso de estas tecnologías, a través del respeto y el entendimiento”. Es decir, que “los niños y jóvenes comprendan qué es lo que se pueden encontrar si lo utilizan de manera positiva o de forma irresponsable”.

 Obligatorio para los padres

 Para Ana González, Educadora en Secundaria, este tipo de formación debería ser “obligatoria para los padres”. Cuando se organizan charlas desde los centros educativos, al final, “los que vienen son los que menos lo necesitan”, explica la educadora. “Toda la responsabilidad no se puede dejar en mano de los docentes, pues la mayor parte del día, los niños la pasan en sus casas”. 

 De poco vale que los centros educativos sean restrictivos en esta materia si al salir de clase, en casa, o en la calle, niños y jóvenes pueden acceder con total libertad tanto a redes sociales como a Internet. Asumir los beneficios de las nuevas tecnologías, conocer sus inconvenientes y sobre todo, trabajar en conjunto para coordinar actuaciones son las principales propuestas que lanza la comunidad educativa de Monesterio, sin olvidar la necesaria motivación de docentes, madres y padres para que utilicen todos los medios a su alcance para su formación.