Sobresaliente en limpieza

Uno de los rasgos que más han destacado del festival de música Womad celebrado el pasado fin de semana ha sido la diligencia del servicio de limpieza. Ya se sabe que en acontecimientos de este tipo, protagonizados por jóvenes, la producción de basura aumenta en proporción geométrica. Porque dadas las tendencias a unir diversión con alcohol y gracias a la educación y la responsabilidad que les hemos regalado, lo que se puede esperar son bolsas, vasos, cristales rotos, meadas...

Pues la empresa encargada del servicio en nuestra ciudad, Conyser, nos ha ofrecido una exhibición. Es que no podías arrojar un vaso al suelo porque antes de llegar a él ya lo había recogido un operario. Y no digamos de las colillas. Cientos de trabajadores portaban ceniceros dispuestos a recoger colillas. Sin duda se han ganado la renovación del servicio de basura por miles de años. Y de euros.

Sin embargo aún hay margen para mejorar. Por ejemplo, en los próximos años deberían pensar en contratar a más personal para que recorrieran las plazas y calles con bandejas repletas de vasos llenos de diversas bebidas con el fin de que el personal pudiera servirse a discreción. De esa manera se evitaría que las bolsas y botellas rotas enlosaran nuestros pavimentos. Y con pinchitos, que en los establecimientos de bocatas hay mucha cola.

Puesto que el beber suele acarrear la necesidad de miccionar, tampoco estaría mal que portaran orinales, y biombos por si alguien tiene pudor para hacerlo a la luz pública, pues los mingitorios suelen oler muy mal y estar ocupados siempre que tienes un apretón.

Aunque lo más urgente es disponer de un lavadero y desinfectador de perros. Porque el aseo de los dueños de los perros es una batalla perdida. A no ser que fletaran un avión cisterna que descargara agua con gel y más tarde desodorante.