La Guardia Civil ha asestado un importante golpe a la delincuencia organizada en la provincia. Ha cerrado una operación con la que se ha conseguido "erradicar una importante banda" dedicada al robo en viviendas, detener a sus tres presuntos cabecillas, esclarecer una veintena de robos "de enorme violencia" y recuperar numerosos efectos --muebles, electrodomésticos, remolques, armas...--. Era tal la violencia con la que actuaban los detenidos, destacaba ayer la Comandancia de Cáceres, que los daños ocasionados "superaban con creces el valor de lo sustraído" en la mayoría de los casos.

Es el resultado de la denominada 'Operación Serranos', desarrollada en febrero y marzo. Se inició, informó ayer a este diario la Oficina de Prensa de la Comandancia de Cáceres, tras detectarse que se estaban cometiendo una serie de robos en viviendas, "en los que se empleaba una enorme violencia", así como la sustracción de cinco vehículos, concretamente tres camiones, un tractor y una furgoneta.

Se sospechaba que dichos vehículos podían estar siendo utilizados para perpetrar los robos, así como para cargar y trasladar los efectos sustraídos, por lo que las primeras investigaciones se centraron en ellos. Estas servirían para determinar que todos los robos cometidos tenían como centro neurálgico las zonas de Riolobos, El Batán y Alagón, "dado que los vehículos sustraídos eran localizados y recuperados cerca de estas localidades".

Posteriormente, la Guardia Civil pudo determinar que entre las poblaciones de Holguera y Pajares de la Rivera podría existir alguna vivienda o almacén para guardar todos los efectos robados. Centrado en ello la investigación, los agentes encargados de la operación descubrían una vivienda en la pedanía de Pajares "ocupada por varias familias con miembros conocidos por tener numerosos antecedentes policiales por robos, tanto de cobre, como de maquinaria y herramientas".

Ante estas sospechas, a primeras horas de la mañana del pasado miércoles, 28 de marzo, la Guardia Civil llevaba a cabo el registro de dos viviendas, una en Pajares y otra en Galisteo. Y se procedía a la detención de un matrimonio, de 41 años él y 38 años ella, en la primera, y de un varón de 39 años en la segunda, como supuestos cabecillas del grupo responsable de una veintena de robos violentos en una docena de localidades cacereñas, como Grimaldo, Cañaveral, Torrejoncillo, Santa Cruz de Paniagua, Calzadilla, Casas de Don Gómez, Zarza de Granadilla, Guijo de Galisteo, Zarza la Mayor, Guijo de Coria, Villa del Campo y Guijo de Granadilla.

EXCESIVA VIOLENCIA El modo de actuar de esta banda, se insistió desde la Comandancia, "era bastante violenta", ya que la vivienda que elegían para cometer el robo "la arrasaban", llevándose todos los efectos que había en su interior, desde electrodomésticos, muebles, ropa, comida, enseres..., hasta las puertas y ventanas para venderlas como chatarra. Dejaban la vivienda "totalmente desolada" y causaban "cuantiosos daños", en algún caso por más de 30.000 euros.

Entre los cometidos, la OPC destacó uno en Santa Cruz de Paniagua, donde el grupo sustrajo una furgoneta --después de utilizarla la arrojaron a un pantano situado en el término municipal de Riolobos-- con la que cometieron un robo en una nave de la que se llevaron maquinaria y herramientas por un valor superior a los 15.000 euros. Y otro cometido en el término municipal de Casas de Don Gómez, donde sustrajeron dos transformadores aéreos, cuyo valor, junto con el de los daños producidos, ascendió a 150.000 euros.

La Guardia Civil indicó para concluir que esta operación "no se da por cerrada". No se descartan más detenciones, y se continúan las investigaciones "con el objeto de esclarecer otros robos que la banda hubiera podido cometer".