La médico del centro de salud de Navas del Madroño, al que pertenece la localidad de Garrovillas, asegura que el Servicio Extremeño de Salud (SES) le negó el traslado al hospital de seis mayores que vivían en la residencia de este municipio cacereño. Declaró esta semana en calidad de testigo en el Juzgado Número 5 de Cáceres, que mantiene abierta una investigación después de que dos familias de dos ancianos fallecidos en este geriátrico en la primera ola interpusieran una querella criminal por homicidio imprudente y omisión del deber de socorro. El de Garrovillas fue uno de los centros más castigados por la crisis sanitaria, donde fallecieron 30 usuarios y se infectaron casi todos.

La residencia no contaba con médico por lo que, debido a la situación en la que se encontraba, el SES decidió intervenirla. A partir de ese momento fue el centro de salud del municipio el que se encargó de atender a los ancianos. Fue en ese periodo cuando esta facultativa solicitó, a finales del mes de marzo tal y como contó ante el juez, que ingresaran a seis pacientes en el hospital por un empeoramiento en su salud. Pero se lo denegaron bajo la justificación de que estaban «saturados» (el 31 de marzo había en el San Pedro de Alcántara 146 hospitalizados, 18 en UCI). «Me sentí muy decepcionada», aseguró en su declaración. Ante esta negativa, solicitó al SES que enviara una enfermera para el turno de noche para que los ancianos tuvieran atención sanitaria las 24 horas del día. Hasta ese momento por la noche esos cuidados no estaban cubiertos.

La médico reconoció también que la hospedería a la que fueron trasladados los residentes del centro de mayores «fue un desastre» y no estaba preparada para atender a enfermos en esas condiciones. Hasta allí se decidió llevar a los ancianos contagiados para separarlos de los que no tenían la infección. Sin embargo, esta especialista afirmó que, el descontrol era tal, que se envió a pacientes que tenían síntomas sin comprobar antes si padecían la enfermedad. Luego se conoció que en el momento en el que fueron trasladados eran negativo en covid-19.

Ese día también declaró una antigua empleada, quien aseguró que en la residencia siempre ha faltado personal. Y dos enfermeras del centro, que afirmaron que todo ocurrió de un día para otro y que la situación les pilló por sorpresa. Una de ellas declaró que faltaban medios. De hecho, tal y como cuenta el abogado de los familiares que interpusieron la denuncia, Daniel López Vivas, una de ellas reconoció que llegó a faltar hasta oxígeno y que en una ocasión tuvieron que retirárselo a una paciente para ponérselo a otro.

Es la segunda declaración que celebra el juzgado por este procedimiento. El pasado mes de noviembre dio su versión de los hechos la dirección de la residencia, que defendió su labor durante la pandemia. Aseguró que los usuarios estuvieron en todo momento atendidos por los médicos del centro de salud, que acudían, según declaró, a diario a la residencia.