El alcalde, Luis Salaya, al igual que ha venido haciendo en las últimas semanas, también volvió a aludir ayer a la implantación en Cáceres de un proyecto empresarial «público-privado», una iniciativa que estará relacionada con «producción de energía y la industria verde y sostenible (...) será algo importante y generará mucho empleo en los próximos años en la ciudad junto con muchas otras iniciativas». No dio más detalles ni cifró cuántos puestos de trabajo se crearían, insistiendo en que el mismo se presentará en las próximas semanas.

Solo adelantó que su gobierno trabaja en esta iniciativa desde hace meses para «un desarrollo logístico, como apuntaba el PP -el pasado lunes-, vinculado a la producción de energía y esperamos que vea la luz muy pronto, llevamos más de un año trabajando». En una comparecencia del pasado lunes del diputado popular en la Asamblea, Víctor del Moral, y del portavoz del PP en el ayuntamiento, Rafael Mateos, se demandó que en Cáceres se cuente, lo mismo que tienen otras poblaciones de la región como Badajoz, Mérida y Navalmoral, con un centro o plataforma logística. En el municipio de Cáceres hay suficiente suelo de uso industrial. El plan de urbanismo que se aprobó en 2010 hizo la reserva suficiente de terreno para uso industrial en las traseras de las Capellanías, en una extensión que llega hasta la autovía de la Plata, hasta las inmediaciones de la carretera de Malpartida, en esta zona también se proyecta el aeródromo, que ahora está en fase de contar con la declaración de impacto ambiental.

Esta nueva actividad o fábrica a la que ayer aludió Salaya no está directamente relacionada con el centro de investigación para el almacenamiento de energía que se financiará con fondos públicos, su construcción está recogida en los presupuestos generales del Estado para 2021, «pero se van a complementar muy bien», según indicó ayer el regidor cacereño. La ubicación de este centro de investigación se proyecta en el Cuartillo, en las inmediaciones del campus universitario, zona a la que da servicio el grupo empresarial Pitarch, que es el que distribuye la energía para el campus.

En las últimas semanas se ha especulado con la instalación en Cáceres de una fábrica de cátodos, que es uno de los componentes que tienen la baterías. Según reiteró ayer Salaya, «ninguno de estos proyectos está vinculado al de la mina de litio en Valdeflores», en la sierra de la Mosca de Cáceres, una iniciativa «que está encallada y que va a tener una difícil salida». Aunque la iniciativa empresarial a la que se está aludiendo en las últimas semanas por parte de Salaya estuviese relacionada con una fabricación de baterías, la misma no tendría ninguna relación con la mina en Valdeflores.