Harto de los desmanes un vecino se acerca y espeta: «Un camello lleva aquí vendiendo droga desde hace 30 años». A las puertas de la casa de una familia de Santiago todos los días se mean y se cagan. «Pasan el día entero bebiendo cerveza y como muchos no tienen otro sitio donde ir utilizan las esquina como water. Está hasta arriba de mierda y de orines. El olor se ha quedado incrustado en las piedras y es asqueroso».

La versión del vecino la corrobora el que es presidente de la Asociación de Vecinos de la Ciudad Monumental, Juan Manuel Honrado. «Exigimos que realicen un plan de limpieza a fondo porque esto es insostenible», asegura. Y hace balance: «Si uno tira de hemeroteca enseguida se dará cuenta de que el menudo de droga es algo histórico», dice después de una mañana en la que no ha parado de atender a radios y a televisiones. «La noticia de ‘las narcocasas’ es muy impactante. La gente está preocupada y esto ha generado mucho interés mediático».

Acabar con el tráfico de droga en las viviendas es el objetivo fundamental que persiguen los vecinos. La existencia de esos lugares de venta ha atraído más vandalismo al barrio. Si antes había un grupo de tres o cuatro en la plaza ahora se ha ampliado a una veintena de personas. Hacen la vida en la calle, con lo que ello conlleva de altercados, peleas, carreras, gritos y suciedad. «Aquí sufrimos una ocupación masiva», sostiene el representante vecinal.

Los vecinos confeccionando el material para engalanar la plaza. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

Fue el pasado fin de semana cuando los altercados callejeros llegaron al límite. El lunes el concejal de Seguridad Ciudadana, Andrés Licerán, anunciaba la puesta en marcha de un plan de intensificación de la vigilancia tras un acuerdo con la Subdelegación del Gobierno. Acudieron más patrullas de la policía local y del Cuerpo Nacional de Policía.

A juicio del edil, desde entonces los desmanes han ido a menos, pero da la razón a los vecinos y argumenta que se debe seguir trabajando. Para ello, este lunes se celebrará un encuentro en la Subdelegación, al que acudirán el subdelegado José Antonio García Muñoz, el alcalde, Luis Salaya, además de Licerán y los afectados. Se pondrá sobre la mesa la situación para tratar de atajarla cuanto antes.

La presión vecinal, entretanto, continúa. El jueves los residentes se echaron a la calle con pancartas y exigieron que se actuara directamente contra las ‘narcocasas’. Según ha podido saber este diario, la investigación policial ha comenzado con el objetivo de poner fin a la delincuencia.

Para dar forma a la protesta, los vecinos sacaron de nuevo la pancarta con la que en 2017 iniciaron su movimiento bajo el lema ‘Plaza de Santiago, patrimonio para compartir’. Fue un acto reivindicativo en el que se acordó igualmente reactivar el movimiento vecinal para engalanar la plaza. «Es la rebelión de las personas frente a la decadencia», asevera Honrado

Y es que en Santiago viven atemorizados, amenazados y con miedo. Así se sienten por culpa de personas que han encontrado el barrio como refugio para trapichear con drogas y beber alcohol en la calle. La lucha continúa