De doce del mediodía a 5 de la madrugada y de manera ininterrumpida es la base del dispositivo policial puesto en marcha desde la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Cáceres para acabar con las 'narcocasas', la venta de droga y la delincuencia en el entorno de la plaza de Santiago. Solo durante este fin de semana el Cuerpo Nacional de Policía ha realizado 56 identificaciones (en muchos casos se trata de personas reincidentes) y se han interpuesto 10 denuncias, seis por venta de drogas, dos por no portar mascarilla, una por falta de respeto a la autoridad y la última por tenencia de arma blanca, según ha informado el subdelegado del Gobierno, José Antonio García Muñoz.

Lo ha hecho después de presidir junto al alcalde, Luis Salaya, la reunión que al más alto nivel se ha celebrado en la sede de la Subdelegación de la avenida Virgen de la Montaña junto a los vecinos del barrio, responsables de las policías Local y Nacional y el concejal de Seguridad Ciudadana, Andrés Licerán.

Ha sido un encuentro que se ha prolongado durante más de dos horas en el que las autoridades han trasladado a los vecinos su plan de acción. "Ellos están preocupados y es lógico, nosotros también, aunque hay que aclarar que el caso de Santiago es puntual y Cáceres sigue siendo una de las ciudades españolas con el menor índice delincuencial del país", ha puntualizado García Muñoz.

El operativo se pone en marcha después de que hace dos fines de semana la situación de inseguridad haya crecido de manera exponencial en este distrito de la Ciudad Monumental. Es cierto que el barrio sufre esta realidad enquistada desde 2016 y que desde entonces merodean por la zona "entre cuatro y cinco personas, algunas residentes, con problemas estructurales o de dependencia, o enfermedades graves, que son atajados por los Servicios Sociales, que siempre tienen la puerta abierta para la desintoxicación. Con ellos los problemas son menores, incluso los vecinos los ayudan en lo que pueden", ha subrayado el alcalde.

Sin embargo, en las últimas semanas ese grupo ha aumentado hasta la veintena creando un ambiente incontrolable. Han llegado de otros barrios y han colonizado el entorno. La recomendación que realiza el subdelegado a los vecinos es que "no se enfrenten a ellos ni les planten cara sino que llamen directamente al 091, 092 o al 112".

La policía quiere terminar con las 'narcocasas'. "No puedo dar información sobre operativos activos", ha aseverado García Muñoz, lo que quiere decir que aún no dando detalles de los mismos queda claro que la intención es terminar con esta práctica en el interior de las viviendas "Hay otras líneas de investigación abiertas", ha precisado.

En la comparecencia de esta mañana ante los medios de comunicación, el alcalde ha hecho un llamamiento para que no se "estigmatice" al barrio y que ha loado la acción que desde 2017 lleva realizando la directiva vecinal que preside Juan Manuel Honrado, encaminada a la recuperación del área para evitar su degradación. De hecho, el jueves pasado los vecinos se manifestaron, colocaron una pancarta y avanzaron la puesta en marcha de una campaña para que la ocupación de la plaza por parte de los residentes acabe con la problemática social generada.

Hartazgo

El alcalde se refirió al "hartazgo más que justificado de los vecinos" y a la situación preocupante por la existencia de viviendas vacías y de infraviviendas. Es decir, las primeras se ocupan ilegalmente y las segundas, en muy malas condiciones, se ofrecen a precios bajos y se llenan de personas que provocan enfrentamientos. Para frenarlo, Salaya anunció la apertura de una líneas de ayudas de rehabilitación y de implementar la acción de los Servicios Sociales.

El dirigente municipal ha aclarado que el dispositivo se realiza en todo el entorno, incluyendo la plaza de las Canterías, lugar donde algunas de estas personas se han trasladado para burlar la presencia policial. Cuando los agentes los encuentran, les retiran la droga o el alcohol que están consumiendo en la vía pública, una práctica que es ilegal.

Igualmente, el alcalde se ha referido a las obras de recuperación de Santiago incluidas en el plan de la diputación Pueblos con Futuro por un montante de 600.000 euros. El proceso participativo para que los vecinos aporten sus ideas se iniciará en septiembre de la mano del Colegio de Arquitectos y la intención es que las obras comiencen el próximo año. También ha aludido a la construcción de un hotel de 5 estrellas en la Plaza de Godoy. "Todo lo que se abra evidentemente contribuirá a la reducción de la delincuencia", estimó el mandatario municipal, aunque apostó más por los planes de ayudas municipales a la rehabilitación para que la gente no se marche del barrio "y que les apetezca tener hijos en un entorno que sea agradable".

La opinión del PP

Por su parte, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Cáceres, Rafa Mateos, ha pedido públicamente a Salaya que tome medidas de manera urgente para solucionar a la mayor brevedad posible los problemas de seguridad y convivencia que han vuelto a esta zona, "tras el abandono del gobierno municipal de Cáceres". Mateos ha recordado que, con el PP en la alcaldía, había reuniones mensuales entre vecinos, ayuntamiento y policía, lo que permitió reducir los conflictos y hacer de este espacio un lugar seguro y más agradable. "En cambio, en estos dos años, tanto la dejadez de Salaya como la de Licerán,

ha provocado que estos encuentros no se hayan vuelto a mantener de forma habitual, lo que ha ocasionado que este barrio lleve más de dos años en el olvido para los socialistas".

Por último, Rafa Mateos ha recordado a Salaya y a todo su equipo de gobierno que "en muchas ocasiones se les olvida que gobiernan en minoría, aprovechándose de la lealtad y de la mano tendida que tienen por parte del PP desde que comenzó la legislatura, con el fin de llegar a acuerdos para buscar en todo momento la mejor defensa de los intereses generales de todos los cacereños y de Cáceres".

Por su parte, Juan Manuel Honrado, dijo como líder vecinal que este encuentro es un punto más en el camino y volvió a incidir en la necesidad de equilibrar la proliferación de los pisos turísticos, la gentrificación para evitar el éxodo, reivindicó el sabor popular del barrio y que éste tenga los servicios necesarios para que la gente no emigre.