«Es insoportable». Con estas palabras define la situación que sufre un empresario de los Fratres, en Cáceres, que este fin de semana ha sido objeto de un ataque de vandalismo en su negocio. Según denuncia a este diario, el local que se ubica en la calle Gran Bretaña, en la zona que comunica con las escaleras con la avenida Alemania junto a la Oca, ha amanecido este lunes lleno de pintadas con firmas de grafitis en las paredes, incluso en el propio escaparate. «Han pintado hasta en los cristales», lamenta.

En este sentido, este empresario que se niega a desvelar su identidad por temor a represalias, lamenta que no es la primera vez que le ocurre esta situación pero que en este caso, los grafitis se extienden por toda la fachada. También revela que a la policía ha denunciado que una de las pintadas corresponde a un autor que incluso tiene una cuenta de Instagram pública. En esa línea, lamenta el desembolso que deberá hacer para borrar las pintadas, una inversión que en esta ocasión superará los 2.000 euros. «Venimos de una pandemia en la que ya hemos tenido muchas pérdidas y ahora tenemos que hacer frente a estos gastos porque el seguro no los costea», expone a este diario.

Pone de relieve el empresario que no es el único que padece esta situación de forma reiterada en la zona. Sostiene que ya han puesto en conocimiento del ayuntamiento que en la zona apartada de las escaleras y en los soportales de su negocio se celebran botellones y lamenta la situación reiterada de vandalismo y de suciedad que se generan tanto con las personas que se reúnen para beber en la calle como los que acuden a ese espacio alejado a realizar pintadas. «Limpiamos la calle y enseguida vuelve a estar llena de pintadas», denuncia.

Sobre la problemática, pide más vigilancia policial para evitar las concentraciones y por otro lado que se localice a los autores y se les sancione. En relación a las pintadas en la calle, el ayuntamiento ya se ha pronunciado en reiteradas ocasiones este año sobre este asunto y ha ratificado que será «inflexible» con estos comportamientos. La multa por hacer grafitis puede ascender a hasta 3.000 euros. De hecho, en abril de este mismo año, el ayuntamiento propuso para la máxima sanción a cuatro grafiteros por realizar una pintada en la plaza de Santiago junto a la iglesia.