El Ayuntamiento de Cáceres pretende que por fin la torre del reloj de la plaza de Antonio Canales quede sin antenas. Primero, tras una resolución judicial, se obligó a Vodafone a retirar sus equipos. Y ahora le toca el turno a Retevision, compañía que está dentro de Cellnex, empresa de telecomunicaciones del Ibex 35. De momento en la comisión de Urbanismo del ayuntamiento que se celebra este miércoles se rechazarán las alegaciones presentadas por Retevisión, que con los equipos instalados en la torre del reloj de la plaza de Antonio Canales da servicio de televisión a los cacereños. El dictamen de la comisión informativa será ratificado una semana después por el pleno de la corporación local.

La alternativa para trasladar los equipos ofrecida por la empresa al ayuntamiento en una de sus alegaciones no se acepta. La compañía propone levantar una torre de comunicaciones de 35 metros en una parcela municipal que está detrás de la iglesia de San José, también en Antonio Canales, la zona más alta de Cáceres. No se admite por el ayuntamiento esta ubicación por el impacto visual. Desde el consistorio se insiste en que hay otras alternativas.

Según se detalla en la propuesta de dictamen que se lleva a la comisión, la empresa argumenta que el cambio de los equipos de la torre de Italia (Antonio Canales) afectará a casi tres mil vecinos de Cáceres, además de que otros muchos usuarios tendrían que «ajustar la capacidad de sus amplificadores o bien reorientar sus antenas». En la citada propuesta de dictamen también se indica que la intención de la empresa es que los costes de un nuevo emplazamiento los asuma el ayuntamiento.

La razón por la que el ayuntamiento quiere que se eliminen todas las antenas y equipos de la torre es el mal estado y deterioro de la misma, un edificio que es el que está en el punto más alto de la ciudad y que desde 2010 es uno de los bienes inmuebles que protege el Plan General Municipal de urbanismo. Es de 1933 y es una de las obras que el arquitecto Ángel Pérez dejó en Cáceres. 

En el dictamen que se lleva a la comisión para su ratificación por el pleno se acuerda la extinción de las autorizaciones que el ayuntamiento dio en 1982 y 1989 para el uso de la torre del reloj. Además se da un plazo de tres meses a la empresa para la retirada de todas las antenas receptoras, equipos remisores y otros aparatos de difusión de su propiedad que están colocados en la torre, inmueble que es de propiedad municipal. Este expediente, lo mismo que ocurrió con el de Vodafone, puede acabar en los tribunales si la empresa de telecomunicaciones decide recurrir la decisión municipal.

Entre los argumentos que maneja el ayuntamiento para requerir a Cellnex que deje la torre, se recuerda que cuando en los años ochenta se autorizó a Retevisión entonces empresa pública, el uso del inmueble era la única que prestaba el servicio de televisión y se hacía para garantizar su adecuada prestación, una situación que ha cambiado en la actualidad con la liberalización del sector.

También se argumenta que las condiciones de cesión del edificio fueron «totalmente beneficiosas» para la empresa, a la que no se le imponía ninguna condición para el mantenimiento del edificio. Y se recuerda que la empresa no ha pagado «en ningún momento» renta o canon por la ocupación de la torre. En un informe del servicio de Rentas del ayuntamiento de hace un año ya se aseguraba que no se estaba girando ningún canon.

La decisión de dar el siguiente paso, tras la salida de Vodafone, para que Retevisión también dejase la torre se adoptó hace un año en la junta local de gobierno tras los informes que alertaban sobre el mal estado del edificio. El acuerdo se ha trasladado a la empresa, que ha presentado sus alegaciones. Ahora se desestiman las reclamaciones y queda por ver si la empresa de telecomunicaciones decidir ir a los tribunales.