La grafiosis está acabando con los olmos de Cáceres, uno de los árboles más representativos de la ciudad. Ahora, a través de la Asociación de Amigos de la Ribera del Marco se está procediendo a la replantación de nuevas especies procedentes de los viveros del Ministerio de Transición Ecológica de Madrid, según indica Pedro Moreno, presidente del colectivo. 

De los 50, 30 se plantarán en la propia Ribera, cinco en el poblado minero y los 15 restantes en Cáceres el Viejo. La empresa Ecoaisla los acaba de traer a la ciudad y Moreno no podía ocultar ayer su satisfacción. «Son árboles clones de olmos que han resistido a la grafiosis de las variedades Retiro Ademuz o Dehesa de Amiel», explicó el responsable de la asociación.

Moreno indicó que «pronto tendremos a lo mejor una variedad denominada Ribera del Marco. Para esto algún ejemplar tiene que sobrevivir a la grafiosis y luego pasar las prueba de inyectarle la grafiosis y si la superan lo clonan de manera in vitro. Es todo una odisea de cinco años o más». Este proceso, el de sacar una variedad del original, se realiza en el Centro de Recursos Genéticos Forestales de Puerta de Hierro.

En este contexto de recuperación de la Ribera, el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, presenta una moción al pleno de hoy para solicitar a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) la declaración del acuífero El Calerizo como ‘masa de agua’ para que una vez sea declarado, se aplique la normativa vigente encaminada a protegerlo, «lo que será un gran paso para su recuperación, conservación y protección», dice el consistorio.

La primera teniente de alcalde, María José Pulido, ha destacado que con esta moción «recogemos el sentir de diferentes colectivos de la ciudad, entre ellos la Plataforma Salvemos la Montaña que ya ha registrado una primera solicitud a la CHT el 28 de septiembre pasado, haciéndonos eco de esta petición».

El acuífero kárstico denominado El Calerizo se sitúa dentro del sinclinal cacereño que conforma su cuenca hidrológica. Una de sus surgencias naturales es la Fuente del Rey en la Charca del Marco que da vida con sus aguas a la Ribera del Marco. Gracias a la Ribera se originan los primeros asentamientos humanos en la cueva de Maltravieso y posteriormente lleva a la aparición de la ciudad de Cáceres al ser aporte continuo de agua durante todo el año, incluso en las pertinaces sequías estivales, dando de beber a la población y permitiendo el riego de numerosas huertas.