La vivienda es uno de los patrimonios más preciados para la mayoría de las personas. El daño moral de ver el hogar maltrecho y revuelto a consecuencia de un robo no se puede cuantificar, pero sí el coste económico que supone. Un singular estudio elaborado por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), atendiendo a datos correspondientes a 2019 y 2020, determina que el botín medio de los robos en los domicilios de la capital cacereña se eleva a 1.401 euros. Se trata de una cifra significativamente elevada, ya que ocupa el puesto 22 del ranking de los 100 municipios españoles que superan los 75.000 habitantes. Está incluso por encima de la media nacional, situada en 1.333 euros.

Dicho botín se calcula mediante el coste que suponen las indemnizaciones para los seguros del hogar. Así lo recoge el informe, realizado con la colaboración de 27 aseguradoras situadas en cabeza del sector. Estas entidades han aportado sus datos y con ellos se ha construido una base con más de 78.000 percances ocurridos entre el 1 de agosto de 2019 y el 31 de julio de 2020 en 11,8 millones de viviendas aseguradas. De su estudio se desprende que el botín medio es menor en el total de la provincia cacereña (1.299 euros) que en la propia capital (1.401).

La comparativa

De hecho, el coste de los robos en la capital está al mismo nivel de núcleos urbanos como Tarragona o Lérida, y por encima de ciudades como Pamplona, Málaga, Sevilla, Valencia o Madrid. Cabe destacar que los municipios donde los ladrones sacan más tajada son Pozuelo de Zarzón (2.600 euros), Marbella (2.504) y Alcobendas (2.333). Y donde menos, en Leganés (585), Parla (416) y Cádiz (322).

Por provincias computadas al completo, Cáceres (1.299 euros) está por debajo de la media nacional, aunque ocupa el puesto 20 de las 52 provincias españolas. Los cacos hacen su agosto especialmente en Barcelona (1.673) y Gerona (1.660), pero donde menos les merece arriesgar es en Zamora (735), Palencia (654) y Melilla (598).

A LOS LADRONES LES GUSTAN LOS VIERNES Y LOS LUNES

Unespa facilita una peculiar estadística: los momentos del año en los que se registran más robos en viviendas. Los datos confirman que los picos de incidencia coinciden con los periodos vacacionales, aunque hay asaltos durante todo el año. En cambio, el informe destrona el mito de que las sustracciones crecen los fines de semana por el hecho de que las familias pasan más horas fuera. Ya no es así. Los lunes y los viernes acumulan el mayor número de sucesos, y los domingos han pasado a ser jornadas tranquilas.

Cómo curiosidad, Unespa ha determinado los 20 días con más robos durante un año. Trece de ellos están incluidos en los periodos vacacionales de verano y Navidad, y en puentes festivos.

Por cierto que Extremadura se sitúa en la parte media de la tabla de comunidades con un botín medio de 1.243 euros. Los golpes más graves están en Cataluña (1.642) y los menos ‘suculentos’ en Castilla y León (999).

Unespa también mide el riesgo de sufrir un robo en el domicilio según el lugar donde se viva. Lo hace poniendo en relación el número de sustracciones y el número de viviendas aseguradas. Normalmente los estudios vienen revelando que las mayores probabilidades corresponden a las grandes concentraciones urbanas, aunque la pandemia ha modificado puntualmente está tendencia: durante el confinamiento, los hogares de las ciudades estuvieron más habitados mientras que se quedaban solas las segundas residencias en zonas rurales o turísticas más despobladas.

¿Pueden entrar en mi casa?

En este ranking, la capital cacereña cae a la parte baja de la tabla porque las probabilidades de que los ladrones entren en las casas son bastante menores a las de otros puntos del país. De los 100 municipios con más población, la ciudad se va al puesto 78, en niveles similares a Córdoba, León o Torrejón de Ardoz. El mayor peligro está en Gerona, Sant Cugat del Vallés y Barcelona, y el menor en Ourense, Las Palmas y Ceuta. Por provincias, la cacereña escala un poco más hasta el puesto 28 de 52, prácticamente en la parte media de la tabla. La posibilidad de un asalto en cualquier lugar de esta provincia es parecida a Baleares, Zaragoza o Jaén.

Hay otra ratio bastante interesante que calcula Unespa: mide el botín robado en las viviendas y lo pone en relación con la renta disponible en los hogares, según datos de la Agencia Tributaria. Así se deduce el daño real que supone un robo sobre la economía en cada localidad. El primer puesto se lo lleva Mijas (Málaga), donde el botín medio supone el 11,6% de la renta disponible. Le sigue Marbella (11,4%) y después Orihuela (11,1%), en Alicante. La capital cacereña (6,5%), donde el botín medio ya vimos que era cuantioso, y donde las rentas no resultan precisamente altas, ocupa un lugar bastante elevado, el 15 de los 100 municipios más poblados.

La frecuencia es baja

Sin embargo, no debe confundirse la cuantía de los robos y sus daños en el patrimonio, con la frecuencia de estos sucesos en Cáceres, que es muy baja. Tanto la capital como la provincia siempre se han caracterizado por estar entre las más seguras de España debido a la baja incidencia de todo tipo de delitos. De hecho, los robos en viviendas han ido incluso en descenso durante los últimos años. Si en 2012 se registraron 437 en toda la provincia, ya en 2015 cayeron a 386, en 2017 bajaron a 310, y en 2019 alcanzaron la cifra más reducida de la década, con 218. Es cierto que durante 2020 se produjo un repunte hasta 239. En realidad fue un año atípico por la pandemia: las segundas viviendas permanecieron vacías y expuestas.

Estos datos facilitados a través del Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior incluyen otros sucesos minoritarios aunque graves: los robos con violencia en viviendas, es decir, cuando el ladrón intimida o agrede al inquilino para conseguir sus fines. En la geografía cacereña se produjeron 10 en 2020, la cifra más alta desde 2013, cuando se registraron 12.

Detenidos: también menores

El Ministerio del Interior ofrece detalles de los sucesos que se resuelven. En la provincia cacereña se esclarecieron 44 robos en viviendas durante 2020, y otros 50 en 2019. A lo largo de ambos ejercicios también se cerraron 12 robos con violencia en domicilios. En concreto, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado detuvieron e investigaron el pasado año a 44 personas como presuntos ladrones de viviendas, y a otros 10 por hacerlo con violencia.

Además, este tipo de delincuencia involucra a menores. La policía interceptó a 9 de ellos en Cáceres durante 2020 por entrar en las casas a robar, y a otros cuatro por hacerlo con violencia.

En los comercios el botín baja hasta 540 €

De todos los riesgos asegurables a los que está expuesta una actividad comercial, el robo es uno de los más temidos por su frecuencia y por la pérdida de valor añadido que genera. Suele tener un coste superior al robo en viviendas, pero en Cáceres esta tendencia se invierte considerablemente. Según el informe de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), con datos de los años 2018 y 2019, el coste medio de estas sustracciones en la capital cacereña fue de 540 euros, según se desprende de las indemnizaciones pagadas por las compañías.

En Cáceres, el botín es tan bajo para tratarse de locales comerciales, que la ciudad se sitúa prácticamente a la cola de los 100 municipios con mayor población del país. Por debajo solo están Avilés (535 euros), Gijón (517), Vélez Málaga (502), Ceuta (497) y Algeciras (467). Por arriba, la tabla la encabezan Tarragona (2.721 euros), Las Rozas (2.664), Sant Boi de Llobregat (2.323) y San Sebastián de los Reyes (2.277).

Si se toma en cuenta el dato de toda la provincia cacereña, el botín medio de los ladrones en los comercios sube a 906 euros, pero continúa en la parte baja del país, al mismo nivel de Segovia, Zaragoza, Asturias o Melilla

Unespa ofrece estadísticas tan curiosas como la frecuencia estimada de estas sustracciones. En la provincia de Cáceres se producen unos 280 robos anuales, lo que equivale a que un comercio es asaltado cada 1 día, 6 horas y 18 minutos. Está en la parte baja del ranking y muy lejos de Madrid o Barcelona, donde se registra prácticamente una sustracción por hora. Llama la atención que en zonas como Segovia, Teruel o Soria solo se produzca un robo cada 4-6 días.

También el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior detalla los robos en los establecimientos públicos, aunque en este caso no distingue entre talleres, comercios y otras actividades. Como en el caso de las viviendas, lo primero que hay que decir es que Cáceres constituye una de las zonas más seguras del país, con menos incidencias. Pero además, las sustracciones en los negocios llevan una década en claro descenso: en 2010 se registraron 355 robos, cinco años más tarde habían bajado hasta 271, en 2019 fueron 181 y en 2020 un total de 162. Los robos que se realizan con violencia (intimidando o atacando a las personas que están en esos establecimientos) son mucho menos frecuentes y muestra altibajos a lo largo de la última década: en 2019 hubo 15 y en 2020 fueron 13.

Durante el pasado año, la policía detuvo a 34 personas por estos delitos (entre ellos había 2 menores) y a 3 más por robo con violencia. En total quedaron esclarecidos 38 casos de este tipo en toda la provincia. 

En los comercios el botín baja hasta 540 €

De todos los riesgos asegurables a los que está expuesta una actividad comercial, el robo es uno de los más temidos por su frecuencia y por la pérdida de valor añadido que genera. Suele tener un coste superior al robo en viviendas, pero en Cáceres esta tendencia se invierte considerablemente. Según el informe de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), con datos de los años 2018 y 2019, el coste medio de estas sustracciones en la capital cacereña fue de 540 euros, según se desprende de las indemnizaciones pagadas por las compañías.

En Cáceres, el botín es tan bajo para tratarse de locales comerciales, que la ciudad se sitúa prácticamente a la cola de los 100 municipios con mayor población del país. Por debajo solo están Avilés (535 euros), Gijón (517), Vélez Málaga (502), Ceuta (497) y Algeciras (467). Por arriba, la tabla la encabezan Tarragona (2.721 euros), Las Rozas (2.664), Sant Boi de Llobregat (2.323) y San Sebastián de los Reyes (2.277).

Si se toma en cuenta el dato de toda la provincia cacereña, el botín medio de los ladrones en los comercios sube a 906 euros, pero continúa en la parte baja del país, al mismo nivel de Segovia, Zaragoza, Asturias o Melilla

Unespa ofrece estadísticas tan curiosas como la frecuencia estimada de estas sustracciones. En la provincia de Cáceres se producen unos 280 robos anuales, lo que equivale a que un comercio es asaltado cada 1 día, 6 horas y 18 minutos. Está en la parte baja del ranking y muy lejos de Madrid o Barcelona, donde se registra prácticamente una sustracción por hora. Llama la atención que en zonas como Segovia, Teruel o Soria solo se produzca un robo cada 4-6 días.

También el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior detalla los robos en los establecimientos públicos, aunque en este caso no distingue entre talleres, comercios y otras actividades. Como en el caso de las viviendas, lo primero que hay que decir es que Cáceres constituye una de las zonas más seguras del país, con menos incidencias. Pero además, las sustracciones en los negocios llevan una década en claro descenso: en 2010 se registraron 355 robos, cinco años más tarde habían bajado hasta 271, en 2019 fueron 181 y en 2020 un total de 162. Los robos que se realizan con violencia (intimidando o atacando a las personas que están en esos establecimientos) son mucho menos frecuentes y muestra altibajos a lo largo de la última década: en 2019 hubo 15 y en 2020 fueron 13.

Durante el pasado año, la policía detuvo a 34 personas por estos delitos (entre ellos había 2 menores) y a 3 más por robo con violencia. En total quedaron esclarecidos 38 casos de este tipo en toda la provincia.