Cáceres muchas veces se queda corta hasta para ambicionar. No es un tópico. Estos días ha saltado a la actualidad que el nuevo Consorcio del Casco Antiguo de Badajoz nacerá con un presupuesto anual de un millón de euros, seis veces más que el que ha tenido el Consorcio Ciudad Histórica de Cáceres durante sus siete primeros años (155.000) y cuatro veces más del que este recibe desde 2021 (250.000 euros), pese a tratarse de una Ciudad Patrimonio de la Humanidad con toda las implicaciones que supone. La propia Junta de Extremadura asignará a la entidad de Badajoz 580.000 euros frente a los 100.000 que concede a Cáceres. Este asunto ha sido llevado incluso al último pleno municipal por el edil no adscrito Francisco Alcántara, y ha generado una airada queja de Ciudadanos. Pero es que los consorcios y patronatos de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad suelen manejar también presupuestos muy superiores, por encima del millón de euros. Sin ir más lejos, ahí está Mérida con los 7,5 millones de los últimos años.

¿Cómo son posibles estas diferencias? Evidentemente existe una explicación, que no una justificación. Otras ciudades han tenido más altura de miras, y también, todo hay que decirlo, más apoyo institucional y suerte en su momento. El Consorcio Ciudad Histórica de Cáceres echó a andar en 2014 con unas competencias directas muy limitadas: realizar las mejoras que le permiten sus pequeñas inversiones (ya que las grandes siguen gestionadas directamente por las instituciones que las financian). Mientras, muchos patronatos y consorcios de las Ciudades Patrimonio controlan la rehabilitación de sus cascos históricos (algunos tienen competencias urbanísticas), así como el acceso a sus monumentos (lo que les permite obtener ingresos y reinvertirlos en el mantenimiento del propio patrimonio). También ejercen competencias arqueológicas y divulgativas para dar a conocer al mundo sus encantos, y realizan acciones encaminadas a atraer, mejorar y consolidar los flujos turísticos.

¿Por qué las diferencias?

Cáceres creó su Consorcio sin estas atribuciones, pese a ser el Tercer Conjunto Monumental de Europa, por eso resulta lógico que tampoco tenga los mismos presupuestos de otras ciudades. Ahí estaban las tres instituciones consorciadas (Junta, diputación y ayuntamiento) para decidir qué se hacía en ese momento. Ya por entonces había ejemplos tan cercanos y positivos como el emeritense. El Consorcio de la Ciudad Monumental, Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida nació en un momento distinto y en él colaboran desde la Asamblea de Extremadura hasta el Ministerio de Cultura, que además le permite la gestión directa del acceso y los eventos del Teatro Romano.

Eso significa todo, significa que dicho consorcio se nutre de eventos tan suculentos como el Festival Internacional de Teatro Clásico o el Stone & Music Festival. Lo mismo le ocurre a Toledo, cuyo consorcio tendrá este año 5,1 millones de euros. También es cierto que cuando se fundó el consorcio cacereño, el Ministerio de Cultura había determinado no sumarse ya a ninguna de estas entidades a raíz de la crisis. Además, Cáceres tampoco tiene muchos monumentos estatales, pero sí de otras instituciones, y el Consorcio no gestiona el acceso a ninguno.

Como tampoco ha recibido competencias directas en las torres, murallas, calles, plazas, iluminación ni ningún elemento urbanístico de intramuros. Verdad es que el ayuntamiento cada vez se apoya más en el Consorcio para encargarle proyectos importantes: ahí están las tres fases de la rehabilitación de la muralla (la primera ya terminada y las otras dos en trámites)._Son obras determinantes, las más importantes en décadas para la ciudadela cacereña, que el personal del Consorcio está resolviendo codo a codo con la Concejalía de Patrimonio. También hace un continuo trabajo de asesoramiento, redacta informes, propuestas... Ahora el ayuntamiento le encargará que gestione dos proyectos millonarios de los Fondos de Resiliencia para restauraciones patrimoniales y para rehabilitación de viviendas. Sí, es cierto que el consistorio, sobre todo en los tres últimos años, está trasladando importantes responsabilidades al Consorcio, pero su presupuesto fijo, del que puede disponer directamente, está en el vagón de cola.

En principio hay voluntad de cambiar las cosas. Una voluntad que comienza por aceptar el problema. «El Consorcio de Cáceres no se parece en nada al de Mérida o Badajoz. Nació con una visión que a mi entender fue poco ambiciosa», explica el alcalde, Luis Salaya, refiriéndose a esas escasas atribuciones que a su vez limitan su personal (apenas media docena) y su asignación económica. «Es cierto que el Consorcio gestiona en la práctica acciones de mucho más presupuesto, por ejemplo está liderando la restauración de la muralla». Un trabajo de recuperación de patrimonio «que realiza muy bien y que debe ser su primer cometido, pero hay que ir a más», admite el propio Salaya.

«No nos hacemos trampa», prosigue en declaraciones a este periódico. «Al tener una estructura de personal muy ligera, formalmente el Consorcio tampoco puede asumir presupuestos directos amplios, por eso debe crecer. Hay que empezar por darle autonomía para que contrate a sus profesionales, en lugar de depender de las aportaciones de personal que realizamos las tres instituciones, una situación que lo encorseta», analiza el alcalde, quien se compromete a tramitar en los próximo meses el cambio de estatutos con este fin.

Conseguida la opción de contratar personal propio, el segundo paso que quiere dar el ayuntamiento consiste en dotar al Consorcio de un presupuesto más consolidado, «aumentando paulatinamente las aportaciones de las administraciones que lo conformamos. Nació con un modelo que fija el porcentaje de cada institución, y esto lo dificulta, pero es el objetivo», afirma. En el último presupuesto (2021), la Junta ha aportado 100.000 euros (40%), el ayuntamiento otros 100.000 euros (40%) y la diputación 50.000 (20%).

Dotado de personal y de mayor capacidad económica, el Consorcio ya podría aumentar sus atribuciones. «Hay que ser más ambiciosos    –insiste Salaya-- y tender a que vaya creciendo en el campo de la rehabilitación urbana, es decir, gestionar a la vez la rehabilitación del patrimonio y de las viviendas situadas en estos espacios (la competencia reside ahora en la Junta)». El alcalde lo ve claro: «No podemos dividir ambas cosas, los vecinos viven rodeados de monumentos. El reto de una Ciudad Patrimonio es casar ambas realidades para que sea más fácil residir en la parte antigua y en toda su zona de amortiguación».

Entrada única a monumentos

Con personal propio, mayor presupuesto y atribuciones en la rehabilitación patrimonial y residencial, hay que dar otro paso, el más importante para que el Consorcio pueda tener realmente un peso específico y cierta autonomía económica. «Se fundó sin contemplar la gestión directa de los monumentos, o al menos la entrada a los mismos. Hay que encaminarse a ello, como el caso de Mérida», anticipa Salaya. El paso que se quiere dar en los próximos años «es lograr que se encargue de la recaudación de estos accesos, a través de un modelo de entrada única a los edificios de las tres instituciones consorciadas (torres, museos, palacios…), pero también privados si fuese posible. No hablamos de una tarea fácil, hay que trabajarla, funciona en otras ciudades», subraya. En este sentido, a medio plazo, el alcalde también considera relevante que el Ministerio de Cultura pueda entrar en el Consorcio. «Lo importante es que tengamos claro hacia dónde queremos ir y vayamos modificando los estatutos para ello», resume.

"El Consorcio de Cáceres nació con una visión poco ambiciosa. Vamos a iniciar un cambio de estatutos"

Luis Salaya - Alcalde de Cáceres

Mientras se consigue, el ayuntamiento acaba de asignar al Consorcio Cáceres Ciudad Histórica dos de las grandes inversiones que ya están garantizadas a la ciudad a través de los Fondos de Resiliencia, que llegan desde Europa para amortiguar la pandemia. Por un lado, se encargará de gestionar la partida de 1,1 millones de euros remitida por la Junta a cargo de estos fondos, destinada a la rehabilitación de viviendas y entornos residenciales.

Por otro lado, el Consorcio llevará a cabo un proyecto de recuperación del patrimonio de la ciudad que se financiará con cargo a los 3 millones que aportará el Ministerio de Turismo mediante los mismos fondos. Cambiará el pavimento del adarve en su zona occidental y prevé adecuar la Torre de la Yerba para hacerla transitable y visitable, así como reconstruir cinco metros de la muralla en esta zona, completar el vaciado del Baluarte de los Pozos y adecuar el entorno de la Cisterna de San Roque ahora que ese tramo de muralla se ha recuperado.

Realmente, Cáceres necesita una gestión lo más unitaria posible de todas estas cuestiones porque no tiene un puñado de monumentos, sino toda una ciudad histórica con los problemas que ello genera de integración de vecinos, tráfico, negocios, festivales, alojamientos… Por eso, la mayoría de las Ciudades Patrimonio resultan complejas, y por eso los consorcios tienden a abarcar los distintos frentes para dar soluciones integrales. Cáceres quiere tomar ese camino. El tiempo marcará el ritmo.  

ASÍ FUNCIONAN OTRAS CIUDADES PATRIMONIO


  • SANTIAGO DE COMPOSTELA

Santiago fue la primera ciudad española Patrimonio de la Humanidad que creó en 1992 su propio Consorcio y su Real Patronato, para potenciar su patrimonio y su difusión nacional e internacional. Se encuentra en la ‘champions’ de los consorcios. Cáceres no puede aspirar a llegar a ese nivel porque en Compostela participan el propio Rey y el Estado. Pero es conveniente conocer otros modelos. Basta decir que tendrá una dotación de ¡281 millones! para el periodo 2021-2032 con varios proyectos: un centro logístico junto a la zona vieja, un polo audiovisual, otro biosanitario, recuperación de espacios y monumentos...

  • TOLEDO

Ocho años después de Compostela (2000), el Ayuntamiento y la Diputación de Toledo, la Junta de Castilla La Mancha y el Ministerio de Cultura constituyeron el Real Patronato y Consorcio de Toledo, por su condición de Patrimonio de la Humanidad. Empezó con 10 millones (6 del Estado, que llegó a poner hasta 15 en 2005). Aunque la cuantía ha bajado, acaba de aprobar para este año el presupuesto más alto de la última década (5,1 millones), gracias a un buen remanente de tesorería. Coordina proyectos, ejecuta obras y promueve acciones culturales. Solo en 2022 repartirá 1,7 millones en ayudas a la rehabilitación de viviendas.

  • CUENCA

Fue la tercera Ciudad Patrimonio de la Humanidad que constituyó su propio Consorcio y Real Patronato. Lo hizo en el año 2004, con un presupuesto de 7,2 millones, de los que el Gobierno sufragó 3. Está adscrito al Ministerio de Cultura y el Rey ostenta la presidencia de honor, siendo el presidente del Gobierno el encargado de encabezar las reuniones. También forman parte el ayuntamiento, la diputación y la Junta de Castilla La Mancha. Este año eleva su presupuesto a más de 5 millones (+15% respecto a 2021). Tiene diversas competencias orientadas a la potenciación del patrimonio, el turismo y la cultura.

  • IBIZA

El 4 de diciembre de 1999, la UNESCO declaraba a Ibiza Patrimonio de la Humanidad, reconociendo así la dimensión universal de algunos de sus valores naturales e históricos. Era necesario crear un organismo para promover, coordinar y financiar las diferentes actuaciones a llevar a cabo con estos bienes protegidos. Con tal propósito nació el Consorcio Eivissa Patrimonio de la Humanidad, con varias funciones: promover y financiar la ejecución de obras, construcción de medios adecuados de transporte y comunicaciones, desarrollar proyectos culturales... Su último presupuesto asciende a 1,7 millones.

  • ÚBEDA Y BAEZA

Úbeda y Baeza firmaron en 2009 el Consorcio Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Es una entidad bastante peculiar porque además de las instituciones que la conforman, también tienen voz y voto las universidades, los colectivos culturales e incluso las asociaciones vecinales. Con una población de 50.000 habitantes entre ambos municipios de la provincia de Jaén, este consorcio maneja un presupuesto de 1 millón de euros al año: un 50% destinado a promoción turística y cultural, un 25% para educación y cultura, y finalmente un 25% orientado a patrimonio y formación.

  • ALCALÁ

El Consorcio Alcalá de Henares Patrimonio de la Humanidad fue fundado en el año 2003 por el ayuntamiento, la Universidad de Alcalá y la Comunidad de Madrid. Aunque nació con el objetivo de convertirse en un Real Patronato, siguiendo los pasos de Santiago de Compostela y Toledo, nunca logró este fin. Tampoco participa el Estado, y la inversión que maneja finalmente solo procede de la Comunidad de Madrid (ayuntamiento y universidad aportan dependencias y personal). Ha pasado de 600.000 euros anuales en sus inicios a 270.000 en 2022. Es quizás el caso más próximo a Cáceres.

  • SEGOVIA

La Empresa Municipal de Turismo de Segovia va camino de cumplir dos décadas. Abrió sus puertas en 2004 con 6 trabajadores, una única área (atención al visitante), y un presupuesto de 375.000 euros. En los últimos años ha superado los 30 empleados, incluye 4 unidades de negocio (Film Office, Convention Bureau, Turismo Idiomático y la Central de Reservas) y 8 áreas de funcionamiento (comunicación, marketing, publicidad, formación...). Gestiona media docena de oficinas de información y otros tantos museos. Sus últimos presupuestos anuales superan el millón de euros.

  • CÓRDOBA

En 2017 se constituyó el Instituto Municipal de Turismo de Córdoba, una agencia pública administrativa local que venía a sustituir al Consorcio de Turismo de Córdoba, creado en 2002 con asignaciones anuales superiores a los 2,6 millones. Este organismo, en la actualidad con presupuestos en torno a los 3 millones, tiene una extensa lista de atribuciones para asegurar los objetivos de promoción y fomento del turismo en la ciudad de Córdoba: aumentar la oferta y la demanda turística, favorecer estructuras y servicios turísticos, promover convenciones y acciones de promoción, y gestionar instalaciones.

  • BADAJOZ

Badajoz no es Patrimonio de la Humanidad pero ha visto la necesidad de crear un consorcio para coordinar la recuperación de su casco histórico no solo desde el punto de vista patrimonial y turístico, también urbanístico y social. Atribuciones importantes que le hacen arrancar con un presupuesto de 1 millón de euros. Un 58% lo aporta la Junta (583.000 euros), el 40% el ayuntamiento (400.000) y un 2% la diputación (17.000).

  • MÉRIDA

El Consorcio de la Ciudad Monumental, Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida está integrado por la Junta de Extremadura (aporta 393.000 euros anuales), la Asamblea de Extremadura, la Diputación de Badajoz, el ayuntamiento y el Ministerio de Cultura. Este le tiene cedida la gestión de sus importantes monumentos en la ciudad, lo que permitió al consorcio por ejemplo barajar un presupuesto de 7,5 millones en 2020 (último normalizado antes del covid). Tiene varios departamentos (Arqueología, Conservación y Restauración, Documentación...) y decenas de empleados.