Cuando el año 2020 celebrábamos esta tradicional romería, ya conocíamos las noticias preocupantes que llegaban de China, pero ninguno de nosotros sospechaba lo que se nos venía encima. El 2021 pasó sin poder celebrarla. Cuando ahora acabamos de presentar en el ayuntamiento cacereño la de 2022, no me queda mas remedio que recordar a los vecinos de la zona que ya no están a consecuencia de la pandemia, a los que sufrieron esas perdidas, y a todos los que siguen sufriendo por la misma, son personas con rostro y con nombre que no pueden ser olvidados nunca.

El día 3 jueves, a las cinco de la tarde, celebraremos la fiesta del Santo, con una eucaristía presidida por don Diego Zambrano, Administrador Diocesano, haremos la procesión, guardando todas las medidas sanitarias. La ermita estará abierta todo el día para poder hacer una visita a San Blas, con venta de roscas y cordones. Luego, ya el día 5 sábado, todos a la romería.

¿Cómo se explica que la devoción a este santo esté tan extendida en Extremadura? Los estudiosos de la historia antigua, conocen la dificultad de su trabajo, faltan pruebas tangibles que fundamenten sus deducciones, y descartan, por supuesto, todo lo que sea fantasía barata o invención intencionada. 

¿Cómo se explica que la devoción a este santo esté tan extendida en Extremadura?

Blas vivió en la actual Turquía entre el siglo III y IV. El imperio romano, dominaba todo el Mediterráneo y las persecuciones a los cristianos, con Diocleciano a la cabeza, estaban a punto de finalizar, pero nuestro protagonista no pudo evitarlas. Conocedor de la medicina, amigo de los animales y creyente convencido de su fe, murió por lo que creía.

¿Cómo desde Turquía hasta aquí? Entramos en el terreno de las hipótesis, pero con ciertas dosis de ser realidad. Como es conocido, en la Edad Media las personas buscaban soluciones a sus problemas en los que podían dárselas (los que debían estaban en otros menesteres). Los santos fueron sus predilectos. Blas era conocido por el milagro de la espina sacada de la garganta de un niño, de ahí a considerarlo como la mejor medicina para las afecciones de la garganta, era poco el trecho. Lo monasterios que jalonaban todo el territorio europeo de entonces, fueron la mejor cadena de transmisión de todas estas creencias. Los monjes que se movían de uno a otro llevaban las tradiciones de confín a confín. 

No sé, si hoy Blas será el mejor remedio para las afonías, pero si es seguro que puede ser modelo para nosotros en otras cosas, como he quedado dicho. ¡Feliz romería¡