Forjaron su amor cuando los dos trabajaban como cocineros en un restaurante de Ciudad Rodrigo. Ambos, oriundos de Casares de Hurdes (él de Robledo, ella de Huetre), llevan «trabajando en las sartenes 36 años», dice Eleuterio Sánchez Nolasco, que junto a Mariluz Martín Iglesias, abrieron (hará en octubre 17 años) Homarus, un restaurante situado en la calle Miguel Serrano en la barriada de Los Castellanos. Ahora también gestionan Nolasco en intramuros, justo en el Adarve del Padre Rosalío, uno de los rincones más bellos de la ciudad monumental de Cáceres.

Eleuterio Sánchez Nolasco. EL PERIÓDICO

Hablan para este diario lejos de aquí, desde el Teatro Reina Victoria de San Sebastián, donde esta noche han recibido el Sol de la Guía Repsol, un referente de la gastronomía nacional. Y es que en la capital cacereña, los 300 kilómetros de distancia al mar no son impedimento para que Homarus se haya convertido en uno de los grandes atractivos marinos por su oferta de pescados y mariscos. También por haber logrado hacer del arroz caldoso con bogavante su plato estrella. Tampoco falta carne en el negocio de Eleuterio y Mariluz, que no han podido dejar de contener la emoción.

Mariluz Martín Iglesias. EL PERIÓDICO

«Hemos trabajado en Barcelona, en la Costa Brava, en Madrid... Allí nacieron nuestras dos hijas», aseguran mientras hablan al unísono con el manos libres en marcha. «Nos ha pillado por sorpresa todo esto. Nosotros no somos dados a estas cosas. Estamos en nuestra casa, haciendo nuestros menús, disfrutando con lo que hacemos», añaden con la humildad que siempre les ha caracterizado.

«Hace aproximadamente un mes y medio nos llamaron desde la organización para comunicarnos que estábamos invitados a la gala. Y ahora nos encontramos con esto. No nos lo esperábamos. Estamos muy agradecidos porque no hay mejor cosa que te reconozcan el trabajo que haces a través de un premio», confiesan. A cambio, prometen «seguir trabajando con las mismas ganas y con más ilusión si cabe». No es para menos, porque Homarus es el sinónimo del esfuerzo que brilla como un sol.