Con las campanas al vuelo y con todas las bendiciones posibles. Así fue la pedida de mano que Fran realizó la noche del Miércoles Santo a su novia María en plena procesión de los Ramos, ante la Virgen de la Esperanza y ante las cientos de personas que abarrotaban la plaza de San Juan en la recogida de la estación de penitencia. Aunque el pretendiente trató de ser discreto, su imagen arrodillada ante la joven se llevó inmediatamente todas las miradas, los flashes y una gran ovación. Por cierto, la novia dijo que sí.

La pareja, ambos miembros de la Policía Nacional, iba escoltando a la Virgen junto con una decena de efectivos vestidos de gala, al ser este cuerpo hermano honorario de la Esperanza, que procesiona cada Miércoles Santo con la medalla policial. Cuando la comitiva llegó a San Juan a las doce y media de la noche, y el paso de la Virgen fue girado frente a los congregados antes de entrar en el templo, Fran se acercó hasta María, que se quedó sorprendida, atónita, pero visiblemente feliz. "No me lo esperaba", confesó a este diario sonriendo mientras los compañeros y miembros de la familia, que conocían la intención del joven, les daban la enhorabuena. En la plaza de San Juan no había otro comentario.

La Virgen de la Esperanza se recogió tras una procesión multitudinaria, llena de principio a fin, con un colofón muy especial que emocionó a cofrades, fuerzas de seguridad y ciudadanos. Hasta el sacerdote se acercó a dar la enhorabuena a los futuros contrayentes.