El Periódico Extremadura

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TESTIMONIOS

Hablan los vecinos sobre el apuñalamiento en Cáceres: «Veíamos entrar y salir siempre a tres personas de ahí»

Negocios de la calle aseguran que «había un movimiento raro» y apuntan a un «ajuste de cuentas»

Imagen del edificio precintado donde tuvo lugar el suceso en Cáceres. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

El violento suceso que tuvo lugar este pasado viernes en Juan XXIII de Cáceres, una calle silenciosa conocida en el mapa por albergar el hotel Ara y cuyo tránsito se limita a servir de conexión entre Argentina con Gil Cordero, protagonizó aún este lunes las tertulias de locales y vecinos de la zona, aunque siempre en círculo cerrado. Nadie, ni residentes ni propietarios, quieren que se desvele su identidad para evitar posibles represalias, ya que, a falta de lo que determine la Policía Nacional en su investigación, ellos tienen claro que «se trata de un ajuste de cuentas». 

Coinciden también los testimonios en aseverar que en el local, un anterior estudio de fotografía que se encontraba sin uso desde hace más de un año, había «un movimiento raro» desde hace meses pero no precisan si los inquilinos lo hacían desde la legalidad, es decir, pagaban su cuota de alquiler, o en calidad de okupas. Precisan también que habitualmente el número de personas que accedían al local, era el mismo. «Veíamos entrar y salir siempre a tres personas de ahí», sostienen estas fuentes. Al respecto, no concretan si estas tres personas son las que protagonizaron el incidente en el que un hombre resultó herido de gravedad tras ser apuñalado reiteradamente y golpeado. 

En relación al suceso, ponen de manifiesto que tuvo lugar a las 17.15 horas del viernes. Escucharon voces que en un principio achacaron a un grupo de jóvenes de la feria pero más tarde se percataron de que había un hombre herido en la calle. La víctima cruzó la calle con un reguero de sangre a causa de las puñaladas. Minutos más tarde, tras el aviso, llegó la Policía Nacional y acordonó la calle. «No se podía subir, nos dijeron que ni tirar una colilla». 

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