Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes a la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de Cáceres, han llevado a cabo la destrucción de 1.275 armas que, por diferentes motivos, se encontraban depositadas en las distintas intervenciones de Armas y Explosivos de la provincia. Tras su traslado hasta una empresa siderúrgica, fueron reducidas a chatarra a través de un proceso de fundición.

Los guardias civiles trasladaron el pasado mes de mayo, hasta una empresa siderúrgica, las 1.257 armas, con más de tres toneladas de peso, que se encontraban depositadas por diferentes motivos, en las intervenciones de Armas y Explosivos de la provincia de Cáceres, las cuales fueron sometidas a un proceso de fundición que transformó las mismas en chatarra.

Las armas destruidas fueron mayoritariamente escopetas, aunque también había rifles, carabinas, pistolas, revólveres, armas de aire comprimido, detonadoras, armas blancas y de otros tipos.

Entre las armas reducidas a chatarra se encuentran las de propiedad particular cuyos propietarios han solicitado su destrucción, aquellas cuya destrucción ha sido decretada por la Autoridad judicial o administrativa, las depositadas a disposición de particulares, una vez transcurrido el plazo máximo de depósito, así como las que no fueron adjudicadas en la subasta de armas realizada el pasado mes de febrero, y las incluidas como prohibidas por carecer de marcas, números o punzones.