Qué trabajo tan difícil el de encontrar personas a las que se les iluminen los ojos a la hora de hablar de su profesión. Javier González (Cáceres, 1995) es una persona brillante, intelectualmente admirable, que extrajo como pocos la esencia del Derecho en su paso por la Universidad de Extremadura. Renunció ayer para ganar hoy, y con tan sólo 23 años se convirtió en uno de los fiscales más jóvenes de nuestro país, puesto que actualmente ocupa en Mataró (Barcelona). Este joven acaba de sacar a la luz su primer libro ‘Reflexiones de un joven fiscal’ que escribió durante el confinamiento y le sirvió como vía de escape.

¿Qué es lo que el lector se va a encontrar en el libro? «No es un libro académico y va dirigido para cualquier público, pero sobre todo para una persona opositora o que se encuentre estudiando la carrera de Derecho. La obra es una reflexión de vivencias propias, de casos prácticos y de cómo se vive la profesión. Explicar qué hace un fiscal y la Fiscalía, cuáles son sus miedos, sus preocupaciones, sus referencias...», manifiesta el autor del texto.

Y es que cuando se juntan talento y trabajo... el resultado es el éxito. «Me lo curro, me encanta mi oficio, pero influyen muchos factores. Se necesita una cierta dosis de talento, pero sobre todo, mucho trabajo, entusiasmo y dedicación», indica a El Periódico.

«En una sala de justicia hay tensión emocional y mental. Lo que pasa es de verdad», asegura

A Javier González se le ve un apasionado de su ocupación. «Cuando escribes es porque desbordas pasión. Asimismo nos encontramos en una situación social convulsa y de fuerte desagrado del ciudadano con las instituciones, lo cual exige a los servidores públicos un ejercicio de compromiso, honestidad, trasparencia y respeto a los principios que deben regir su actuación. En una sala de justicia hay tensión emocional y mental. Lo que pasa es auténtico. Puedes ver a personas al límite por sus intereses, sus lágrimas, sus peleas. Si no vives esta profesión con pasión, no tiene sentido», comenta.

La obra ha sido editada por Colex y se puede encontrar en librerías cacereñas como Marisol y Figueroa, también en Carrefour, Fnac, La Casa del Libro... El prólogo es del experimentado fiscal Félix Martín. Sin duda, un auténtico privilegio. «Es fundamental que el autor escriba aquello que le gustaría encontrar en las estanterías y de momento está teniendo muy buena acogida. Estoy muy contento», concluye el reconocido fiscal cacereño.