La Diputación de Cáceres ha comenzado a abastecer con cisternas a las primeras localidades de la provincia que sufren carestía de agua, durante un verano aquejado por la sequía que empieza a agotar arroyos y veneros, y que reduce los pantanos a una velocidad evidente. La institución ha enviado los primeros camiones hasta Campillo de Deleitosa, Peraleda de San Román y la alquería de Robledo (Pinofranqueado), en Las Hurdes.

Así lo ha confirmado el vicepresidente segundo y diputado responsable de Medio Ambiente y Transición Ecológica, Alfonso Beltrán. "Llevamos poco tiempo trasladando cisternas, una semana, pero nos tememos que esto no ha hecho más que empezar", declara. "Calculamos que los peores meses serán los dos próximos, porque en agosto aumenta muchísimo la población de los municipios, y en septiembre los arroyos y los veneros, de seguir así la climatología, estarán prácticamente agotados", prevé.

Durante los últimos veranos, la Diputación de Cáceres ha tenido que llevar alguna cisterna puntual a ciertos municipios que disparaban su población en los días de fiesta, porque sus depósitos no daban para más y las lluvias vienen menguando desde hace un lustro. "En esos casos eran temas coyunturales, pero lo de este verano es diferente. Calculamos que desde los años noventa no se vive una situación de falta de agua como la actual", reflexiona Alfonso Beltrán.

El problema se prevé más serio en la zona norte de la provincia, curiosamente la que recibe más lluvias durante el año. “Precisamente por eso son los municipios que menos medios tienen para luchar contra la sequía, ya que se abastecen de ríos y arroyos, y no cuentan con tantos embalses como el sur de Cáceres o Badajoz. Y los cauces están mermando visiblemente este verano”, subraya el vicepresidente.

Los tres pueblos

Las cisternas de diputación sirven para rellenar los depósitos municipales, o bien se ubican en un lugar céntrico para que la población se abastezca. Por ejemplo, en Peraleda de San Román (270 habitantes) se ha llevado directamente a la plaza a fin de que los vecinos acudan a coger agua potable debido a las pérdidas en la red, que ya se están solucionando. Por los grifos de sus hogares sigue saliendo agua, pero con un nivel de hierro y manganeso que solo permite utilizarla para aseo y tareas domésticas que no incluyan el consumo. El pantano de la localidad está ya al 5%.

En Robledo (40 habitantes), la institución provincial ha tenido que rellenar el depósito con un camión debido a que las fiestas de la población elevaron el consumo hasta dejar la instalación prácticamente agotada. Campillo de Deleitosa (60 vecinos) también ha necesitado ya la ayuda de las cisternas para suministrar a su población.

La Diputación cree que la situación irá a más y afirma estar preparada para ello. “Vamos a atender a los pueblos que lo necesiten. Previendo lo que podía ocurrir, esta primavera ya aumentamos la partida presupuestaria para llevar cisternas donde sean requeridas, incluso estamos haciendo algunos pozos de sondeo de emergencia como el caso de Peraleda de San Román, donde ya el año pasado habilitamos otro”, precisa Alfonso Beltrán.

Los alcaldes que requieran agua pueden contactar directamente con la institución provincial. El vicepresidente les pide que lo hagan con previsión para que la cisterna llegue en tiempo y forma. “En diputación lo que hacemos es contratar el servicio con empresas privadas, homologadas específicamente para esta tarea, que además requieren un informe farmacéutico del buen estado del contenido de cada cisterna, como es lógico", puntualiza.

Dada la situación, desde el Consorcio Provincial MásMedio han lanzado una campaña en los distintos medios de comunicación para pedir a la población un uso racional y sostenible del agua. “Es un bien limitado y a veces no somos conscientes de la situación. Los ayuntamientos deben ponerse serios para evitar que la población malgaste el agua en usos ahora poco adecuados”, incide el vicepresidente.