El deporte nacional, ver el fútbol en el bar, es una actividad que está en peligro de extinción en la capital cacereña. Entre 400 y 500 euros al mes tienen que pagar los hosteleros por los paquetes más habituales para ofrecer La Liga, la Champions, Copa del Rey, ese derbi de máxima tensión (Atleti-Real Madrid) y otros deportes en directo en sus establecimientos a través de las principales plataformas que poseen los derechos televisivos (Movistar+, Vodafone y Orange). La cuota se ha ido incrementando con el paso de los años hasta la actualidad, lo que ha provocado un importante goteo de bajas en numerosos bares de barrio.

«El confinamiento lo cambió todo en nuestro gremio. Muchas, muchísimas cañas, refrescos, cubatas, cafés... hay que vender durante los partidos para que sea rentable. Me he dado de baja al igual que bastantes compañeros y estoy plateándome volver a darme de alta para atraer clientela, pero al final no lo veo claro. Se entiende, porque 400 euros es una cantidad muy elevada», indica el propietario de la cafetería Chef Pan, Ángel Izquierdo, ubicado en la calle Amberes, zona del Eroski.

Para este hostelero, la idea de que esta inversión se amortiza con la gran afluencia de público para ver fútbol en los bares no es cierta. «Igual piensan que todos los negocios están abarrotados de gente viendo el fútbol todo el día, pero no es así. Hay algunos concretos, donde hay más gente, que pueden tener más afluencia; pero los demás solo sacábamos rendimiento con dos o tres partidos al mes», señala Izquierdo a El Periódico Extremadura. Del mismo modo, considera que ahora los hosteleros tienen una gran desventaja por las ofertas que se están haciendo a los particulares

Javier Cardenal aún la mantiene. LORENZO CORDERO

A escasos metros bien saben los vecinos con más afición al balompié, baloncesto, tenis, Fórmula 1, motos, rugby... que el bar La Vieja Dehesa es un lugar donde se celebran y cantan bien los goles. «El equipo que más tira es el Real Madrid, después el Barcelona y el Atleti», manifiesta el dueño, Javier Cardenal. «Pago 500 euros mensuales y damos este servicio como reclamo para los clientes, más que por la rentabilidad. Que las jornadas ligueras y los encuentros internacionales vayan a disputarse de forma muy seguida también suponen un hándicap. Mi intención es que los amantes del deporte vengan aquí y pasen un rato agradable en reunión mientras hablan del partido».

José Manuel Rivero la ofrece. LORENZO CORDERO

Uno de los establecimientos donde el amor por el fútbol no pasa desapercibido es la tapería Locum, situado en Antonio Hurtado. «Los precios están altísimos. Antes llevaba otros bares y somos un negocio al que viene la gente a ver el fútbol y se respira un ambiente muy sano, no soy de ningún equipo y me gusta mantenerme neutral», apunta el dueño, José Manuel Rivero, que salva 'la liga'. Otros muchos, por el precio, la dan por perdida.