EL SISTEMA DE VACACIONES DEJA SIN SUFICIENTES EXAMINADORES A LA PROVINCIA, QUE TIENE UNA DE LAS PEORES CADENCIAS DE ESPAÑA

Cáceres solamente tendrá cuatro exámenes de conducir este verano

Habrá un único ciclo (teórico-práctico) tanto en julio como en agosto, meses críticos por la alta demanda. Las autoescuelas, al límite: ya hay 1882 usuarios a la espera de examen y algunos se van a otras provincias

Un profesor orienta a un alumno en una clase de conducción. Otras provincias ofrecen durante el verano hasta cuatro ciclos de exámenes (cuatro teóricos y cuatro prácticos) por centro y mes.

Un profesor orienta a un alumno en una clase de conducción. Otras provincias ofrecen durante el verano hasta cuatro ciclos de exámenes (cuatro teóricos y cuatro prácticos) por centro y mes. / LORENZO CORDERO

Cáceres lleva años arrastrando problemas con las pruebas de conducir por la falta de examinadores. Basta decir que actualmente la provincia tiene una carencia de exámenes en torno al 50% inferior a la media española, «uno de los peores índices de todo el país». Sin ir más lejos, este verano sólo habrá dos exámenes teóricos y dos prácticos en cada centro de la provincia (un ciclo en julio y otro en agosto), es decir, los alumnos que logren plaza únicamente tendrán una oportunidad para sacarse el carnet completo. Pero además, esta situación ha generado una bolsa de 1.882 usuarios en Cáceres que ya han pagado su tasa, pendientes de la prueba. Visto lo visto, algunos optan por marcharse a otras provincias. «Todo ello supone un lastre económico para nuestras empresas, algunas en puertas de cierre».

Es el SOS que lanza la Asociación Provincial de Autoescuelas de Cáceres en una carta dirigida tanto a la Jefatura Provincial de Tráfico como a los partidos políticos. «Sufrimos una severa e injusta falta de servicio en la geografía cacereña, que afecta de igual modo a los ciudadanos», denuncia el colectivo. Esta carencia se agudiza en verano, cuando las pruebas se paran durante semanas por las vacaciones de los examinadores, y se reducen los exámenes a un ciclo en julio y otro en agosto en cada centro (Cáceres capital, Plasencia, Navalmoral, Coria y Trujillo). Y ello en una provincia estacional, con mucha población que estudia o trabaja fuera, y que aprovecha la vuelta en vacaciones para sacarse el carnet. «Si las autoescuelas de las zonas rurales no rinden en verano, no pueden seguir abiertas. En la ciudad la situación no es mejor. Parece dantesco», lamenta Pedro Antonio Herrero, presidente de la asociación.

Estos profesionales no culpan a los examinadores, sino al sistema «totalmente insuficiente» que mantiene la DGT en Cáceres, especialmente en verano. «Recordamos que en otras provincias donde no se suspende totalmente el servicio (o se mantiene con una periodicidad inferior), cuentan con hasta 4 ciclos de exámenes por centro y mes». De hecho, precisan las autoescuelas, «la cadencia en nuestra provincia es de las peores de España: actualmente hasta 12 días laborables, que sumados a los fines de semana (no laborables para los examinadores) se alarga hasta la friolera de 15 días naturales entre exámenes».

Aquí está el quid

No solo se trata del número de examinadores. Cáceres tiene 7 y Badajoz por ejemplo 10. En principio parece equilibrado por número de habitantes. Pero el quid de la cuestión está en el número de pruebas que hace cada examinador por día, ya que tienen derechos a los que pueden acogerse por desplazamientos, cobro o no de dietas… Así, en Cáceres capital todos realizan 12 exámenes del permiso B el día que corresponde, pero ese número solo lo mantienen dos examinadores en el resto de los centros de la provincia. Los otros cinco hacen 10 pruebas en Trujillo en la jornada que toca, 8 en Plasencia y Coria, y 6 en Navalmoral de la Mata. Y aquí es donde reside el mayor perjuicio, la diferencia más flagrante, «porque otras provincias con características similares mantienen 12 pruebas por examinador y día».

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FDGDGW / SF

«La obtención de los carnets profesionales se complica aún más, cuando precisamente faltan transportistas»

PEDRO ANTONIO HERRERO

— Presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas

El asunto se agrava en los carnets de vehículos pesados profesionales, que tanta faltan hacen: la mayoría de los examinadores efectúan solo la mitad en la fecha establecida. «En estas condiciones, para funcionar medianamente bien, respetar sus derechos y no incurrir en agravios con otras provincias, Cáceres necesita 10 examinadores», sostiene Pedro Antonio Herrero. Y ya no ocurre solo en periodo estival: «Cuando pueden venir los alumnos para finalizar la obtención del permiso (puentes, Navidad…), esta jefatura también cierra, pero sin embargo mantiene otros servicios (matrículas, canjes, sanciones…)».

Por todo ello, los alumnos están desplazándose a otras provincias limítrofes «donde el servicio se presta en mejores condiciones, creando una desigualdad entre ciudadanos y un perjuicio económico inmenso a nuestro sector, por causas ajenas al funcionamiento empresarial», suscriben las autoescuelas, que piden que el servicio no se detenga durante los periodos estivales «para que no se cierren empresas y no se pierdan empleos».

Y todo lo expuesto, sin que exista una razón económica, sino al contrario. Los alumnos abonan una tasa estipulada a la DGT por el examen. La asociación calcula que solo con los 5.080 permisos expedidos en 2022 y los 1.882 en espera, ya se han pagado unos 628.500 € sin contar renovaciones de expedientes y otras tasas. Si se resta el salario de los examinadores, la rentabilidad a favor de la DGT oscila en torno a 460.500 €.

Ingresos, pero no plantilla

«No podemos entender por tanto la restricciones que sufre este servicio público esencial en la provincia cacereña, que resulta altamente lucrativo para la Administración. Cuanto menos, parte de ese beneficio debería revertir en el propio servicio, en disponer de una plantilla acorde a los ingresos y necesidades, para que los ciudadanos no sean discriminados, no sean de tercera categoría», dice el colectivo.

Hay más obstáculos añadidos. En otras provincias se destina personal funcionario no examinador a realizar las pruebas teóricas, liberando a los propios examinadores para las prácticas. En Cáceres no se procede así, «lo que reduce más drásticamente la capacidad de examen». Además, las instalaciones de los centros de las pruebas evidencian una falta de implicación de las administraciones titulares. «Recordamos que el servicio es hacia los ciudadanos, no hacia las autoescuelas», subraya el colectivo, que se ofrece a colaborar en la mejora.

Los carnets urgen

Y todo ello en una provincia con un hándicap evidente: es la segunda más extensa del país y por tanto una de las más afectadas por la ‘España Vaciada’, «debido a un deficiente transporte por tren y a unas líneas de autobuses insuficientes, que van en descenso», recuerdan las autoescuelas. «Por lo tanto, consideramos esencial el acceso a poder conducir vehículos privados, mediante la obtención del permiso correspondiente, ya que de nada sirve crear empleo en estas zonas si no se tiene movilidad para poder cubrir esos puestos».

Y si existen trabas para la obtención del permiso B, los carnets profesionales se complican aún más, «cuando precisamente no hay personal transportista, un sector prioritario en Cáceres. Nos llaman a diario desde las empresas del sector para conocer la situación. Tampoco se facilitan ayudas al alumno como sí se hace en otros lugares, salvo algunas del Sexpe, y nosotros contenemos precios todo lo que podemos», concluye preocupada la asociación

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