'La Casa del Dragón', cena y funeral en Cáceres

La calle San Ildefondo es el lugar donde se encuentra un sitio mágico que lleva por nombre Newen Restobar. En mapuche newen significa fuerza o energía. Y va como anillo al dedo a lo que fue la ermita de San Ildefonso, datada en el siglo XVI. Lo que fue también una guardería, un taller de chapa y pintura y una galería de arte, es ahora un templo a la comida criolla, con bóveda de cuatro arcos, uno transformado en un collage hecho a base de ventanas de madera. Una decoración vintage centrada en la economía verde y una luminosidad especial hacen de este lugar una oferta culinaria magnífica. Y allí, en Newen sorprendieron las cámaras a las dos grandes estrellas de La Casa del Dragón, que disfrutaron de una cena inolvidable a los pies del puente de San Francisco y al lado de la plaza de Santa Clara, en el recinto intramuros.

House of the Dragon, sirve de precuela a los acontecimientos narrados en la serie original, Juego de Tronos, y que a su vez adapta la novela de George R.R. Martin titulada Fuego y Sangre. Ambas, incluyendo ahora la segunda temporada de La Casa del Dragón, tienen a Cáceres como escenario central. La actriz Olivia Cooke encarna a la reina Alicent Hightower de Poniente, segunda esposa del rey Viserys Targaryen que anda en conflicto con su hijastra, la princesa Rhaenyra Targaryen, por el derecho al Trono de Hierro en la piel de Emma D'Arcy.

Las dos, junto a otros miembros del resto del equipo pasaron por Newen. Hoy han tenido que madrugar para comenzar el inicio del rodaje en la capital cacereña, que el jueves pasó por Trujillo. Desde primeras horas de la mañana el entorno de la plaza Mayor hay tambores que suenan y gritos de figurantes. Se trata de la tercera campaña de grabaciones, que se mantendrá hasta el día 25 de mayo. Unos 600 operarios vienen trabajando para transformar el casco histórico en Desembarco del Rey, la poderosa capital de Poniente, donde el trono de hierro genera las ambiciones y traiciones de la saga más vista de todos los tiempos.

Comienza el rodaje

Las grabaciones se iniciaron en torno a las siete de la mañana en el Arco de la Estrella. Hubo de todo, hasta la recreación de un cortejo fúnebre. Portales de internet como ‘Los Siete Reinos’ confirman la presencia en Cáceres de Fabien Frankel (Ser Criston Cole) y Freddie Fox (Gwayne Hightower).

Los escenarios están ya perfilados: San Jorge, San Mateo, Santa María, Arco de la Estrella, calle de la Monja (con el lujo de la fachada de la Casa del Sol) y cuesta de Orellana. «Cáceres y ‘La casa del dragón’ van a salir mejor esta temporada porque rodamos casi todo diurno. Se apreciará mucho más la ciudad, se va a ver fenomenal en pantalla», avanzó ayer a este diario el productor Peter Welter, en el acto de homenaje que la Asociación Torres de Cáceres rindió a la superproducción y al que se sumó Tate Aráez, jefe de localizaciones y muy laureado a nivel internacional por buscar los emplazamientos para las exitosas series de HBO y Netflix. No se rodará de noche, salvo una jornada que se prolongará hasta las 23.00. Las restricciones de tráfico en el casco viejo serán de 07.00 a 13.00 de 07.00 a 18.00.

El día se prevé intenso para los vigilantes de seguridad, ya que tendrán que mantener a raya tanto a curiosos como a reporteros gráficos. Un ejemplo claro de devoción es el caso de Luis, un estudiante toledano residente en la capital cacereña que, tras visitar el rodaje en Trujillo, ha madrugado junto a su compañero de clase Antonio con el fin de intentar ver cómo se realizan las tareas de grabación. Saben perfectamente que actores se encuentran rodando, los jóvenes comparten con El Periódico Extremadura sus anhelos: «A ver si podemos ver a la princesa Rhaenyra y hacernos una foto con ella. Nos encanta este personaje». Para inmediatamente después escribirles un mensaje de WhatsApp a sus amigos y familiares contándoles la importante noticia. «Pero está muy difícil...», señalan.

HBO mantiene un sepulcral hermetismo sobre la trama, pero llama la atención la transformación que está viviendo la parte antigua para adaptarse a la ficción. Grúas, maquinaria audiovisual, decorados medievales, así como los vestuarios, armas, caballos... Algunos enclaves históricos están irreconocibles. «¡No sabemos si son más bonitos en la vida real o en la pantalla!»

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