Radiografía empresarial. La situación de las tiendas en el centro de la ciudad

El otoño más frío para el comercio de Cáceres

El final del verano no se está notando en las pequeñas tiendas de la ciudad

Desde Aeca proponen una ampliación de horarios

Imagen de un establecimiento con pintadas

Imagen de un establecimiento con pintadas / CARLA GRAW

El final del verano suele significar un aumento de ventas en el comercio local de la ciudad provocado por la bajada de temperaturas, pero Francisca Eugenia Campos, en representación de la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres, cuenta que este año la diferencia no se está notando por la ola de calor que se está sufriendo: «Está regular el tema, ya estamos en la campaña de invierno y sigue haciendo un calor horrible». 

Según cuenta Campos, «consuela el hecho de que el comercio no está muy boyante ni aquí, ni en ningún lugar, los empresarios locales estamos pasando un momento malo mientras que las grandes tiendas sí que están funcionando muy bien». Además, otro de los motivos por el que cree que la gente no va a comprar es por el mal momento que están pasando las familias: «Están reduciendo mucho los gastos, se nota que ha habido un cambio de chip».

Eje de Pintores

Con respecto al eje de Pintores, reconoce que es una zona donde son evidentes los signos de dejadez por parte de las instituciones y los propietarios. «No sabemos cómo actuar, no sé si hay que hacer un estudio más pormenorizado de por qué están así esas calles o si hay que hacer cambios en el modelo de negocio de las tiendas», reconoce. 

«Es que antiguamente llegaban los autobuses urbanos y desde otros pueblos hasta la plaza, se bajaban y se iban por ahí a comprar, por el centro. Todo ha cambiado desde entonces, pero creo que los precios de los locales vienen influidos por aquellos buenos tiempos de comercio, que ya no existen», sentencia Campos.

Hay dos calles que son contiguas y hay una amplia diferencia en el número de personas que pasan por ambos lugares: Pintores y San Pedro. En esta última, la mayoría de los locales están ocupados y, cuando un comerciante abandona uno, suele cogerlo otro empresario en poco tiempo. Pero en Pintores es distinto: «Las tiendas desocupadas dan un aspecto horrible y, cuántos más haya, menos invita a la gente a ir a comprar allí, y menos funcionan los pocos locales que hay. Es la pescadilla que se muerde la cola», dice.

Las posibles soluciones que aporta Campos pasan por una ampliación de los horarios comerciales: «Hay ciudades parecidas a Cáceres donde son mucho más amplios, aunque sea algo que va en contra de la conciliación familiar y del descanso. Quizá al principio no se note, pero si empiezan a abrir durante más tiempo la gente se puede animar a comprar allí». 

Otra propuesta sería intentar regular el precio de los alquileres. «Es algo muy complicado de legislar. Pero los propietarios tienen que entender que es imposible pagar cantidades desorbitadas por establecimientos que no superan los 50 metros cuadrados. Sería indispensable una negociación con los dueños para intentar ajustarlo, pero no obligar a nadie», finaliza Campos.

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