Si hay algo que llega a Cáceres cuando se acerca el Día de Todos los Santos es el olor a los dulces típicos de la temporada. Los que más público tienen son, sin duda, los huesitos de santo y los buñuelos de viento. En la pastelería El horno, su gerente, Juan Carlos Luna, cuenta que la producción en estos días tiene un nivel altísimo: hacen más de 600 buñuelos rellenos cada día. Los preparan desde el pasado miércoles y, ante la llegada del 1 de noviembre, esperan una afluencia masiva de clientes.
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De nata, de crema pastelera, de praliné, de cabello de ángel, de caramelo, de chocolate... pero todos tienen algo en común: que están exquisitos. Una sencilla elaboración, un tiempo de fritura que no supera los diez minutos, un poco de azúcar glass para endulzar la decoración y ya tendrás listos tantos como te hayan entrado en la sartén.
«Es una brutalidad lo que atraen a la gente, estamos preparándolos tres personas y no hemos parado en todo el día. El resto de elaboraciones las dejamos un poco apartadas durante esta época porque lo que más se consume son los buñuelos», cuenta.
Huesitos de santo, también
Los huesitos de santo también llaman la atención en estas fechas. Es una especie de mazapán laminado, hechos canutos y que lleva yema en su interior. Luego, por encima, se caramelizan con azúcar.
Para el Día de Todos los Santos, se verán obligados a llegar aún más temprano al trabajo para dejar listos todos los panes del día y ponerse, cuanto antes, a preparar una gran cantidad de dulces.