Catovi que te vi

Cáceres seduce en 'Maestros de la costura' y come pinchos en Casa Luciano

El modisto cacereño Jorge Redondo triunfa en el jurado del reality de Televisión Española junto a Lorenzo Caprile, María Escoté, Alejandro Palomo y Raquel Sánchez Silva

¿Quieren ir de tapeo? María Jesús será la mejor cicerone

Casa Luciano, el templo de Cáceres

Jorge Valiente

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Julia, concursante ella para más señas, se nos ha ido esta semana de ‘Maestros de la costura’, en otra entrega trepidante del reality de La Primera de Televisión Española con un jurado donde destacó Jorge Redondo, nuestro Jorge (Cáceres, 1993), el diseñador del momento. Allí estaba él, de negro, siempre elegante, discreto y educado en sus formas, junto a Lorenzo Caprile, María Escoté y Alejandro Palomo, el jurado que buscó en los concursantes un estilo sencillo, sobrio y elegante. Jorge Redondo es director creativo de la firma Redondo Brand y fue el cuarto juez de esta semana en el programa que conduce otra extremeña, la presentadora de Plasencia Raquel Sánchez Silva.

Dicen de Jorge Redondo que es uno de los diseñadores más importantes de la moda española y que desde el barrio de Salamanca de Madrid recibe en su piso a las clientas: actrices, modelos y celebrities. Este cacereño es, indudablemente, otro ejemplo de que en nuestra ciudad hay talento (lástima de que todos los buenos se nos vayan).

Y eso que Cáceres fue parangón del mundo de la pasarela. Y si no, que se lo pregunten a Elpidio y Leo, los hermanos modistos que vistieron a las damas de la alta sociedad cacereña. Miles de novias cumplieron su sueño de cuento de hadas de la mano de sus diseños únicos, minimalistas, de líneas arquitectónicas, llenos de tul y fantasía. Nunca se fueron de Cáceres, pese a ofertas suculentas; ellos querían ser embajadores, ¡y vaya si lo lograron! Elpidio y Leo, modistos mayúsculos, bien merecerían la Medalla de Oro de la ciudad que les vio nacer y que nunca termina de llegar.

Elpidio y Leo hicieron de la calle San Pedro de Alcántara el Beverly Hills de Cáceres. Se asentaron en los bajos del entonces conocido como bloque de Vioque y ellos y Sastrería Rafael, fundada en los años 40 por el maestro Rafael López y con Jesús Ávila y Rafael Berjillos al timón, crearon toda una escuela en Cáceres.

Actrices y modelos

Por el taller y la tienda de los Bernáldez pasaron actrices como Charo López, Ana Mariscal, María Dolores Pradera, la familia Rabal, a Irene Gutiérrez Caba o María Fernanda D’Ocón. También lo hizo Teresa Chamorro, Maja de España y de Extremadura, a la que Elpidio y Leo diseñaron vestidos camiseros estampados, trajes de noche, gasa, hilo y piqué, como bien relataba en sus crónicas para este periódico la inolvidable Luisa Fernanda en 1973.

Teresa, hoy presidenta de Unicef, suele frecuentar, cuando toca comida con amigos, Casa Luciano. Es otro de esos lugares de moda en la calle Santa Joaquina de Vedruna. Un mesón a lo tradicional, que llevan Luciano Merino y Carmen García, su mujer, que son el alma de este negocio en el que han puesto toda su experiencia en la hostelería (más de 50 años) y que ahora, a punto de jubilarse lleva su hija María Jesús. Estuvimos con ella y nos contó que ahora están en plena temporada del buche, sin olvidar sus especialidades como el rabo de toro o el arroz con bogavante. El cariño de la clientela y los productos de la casa son la bandera de María Jesús, perfecta relaciones públicas, trabajadora donde las haya y, sin duda, la mejor cicerone.

En Luciano vimos a los del Ateneo, con su flamante directora, María Ángeles López Lax, y el siempre certero Esteban Cortijo, que es filósofo hasta cuando está en una comida. La del otro día llenó el bar de muchos decibelios de risas y amistad, y fue una delicia.

De modo que hubo tiempo para comer las viandas y hasta para escuchar a Sabina en el móvil, con aquello de ‘se peinaba a lo garçon’ de su mítica ‘Peces de ciudad’). 

Higadito de pollo, morros, revuelto de verdura... Tampoco faltan en la carta de Casa Luciano el gazpacho, las patatas guisadas con costillas, rabo de toro, chanfaina, solomillo de ternera, cochinillo, huevos rotos, cachopo, tencas, bacalao a la dorada, merluza, sin olvidarnos del cocido. Ojo, que sólo lo tienen los miércoles y siempre hay una lista de espera más larga que la consulta del especialista del SES.

De ahí hicimos una visita al bar El bocadito de Héctor 2, en el número 2 de Isabel de Moctezuma, donde Jenni nos ofreció sus ricas raciones. Así que después de tanto llenar el estómago, nada mejor que una caminata, y nada mejor que dirigir nuestros pasos al santuario de la Montaña, donde cada miércoles acude puntual a su cita Ricardo Salomón, demostrando que la tradición por visitar a la patrona sigue más viva que nunca. 

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