Primera jornada del juicio

El acusado del crimen de Miajadas cogió el cuchillo porque «tenía miedo»

Sí reconoce que cogió el cuchillo de su casa y que trató de ocultarlo tras la maleza después de los hechos

El acusado durante el juicio, este lunes.

El acusado durante el juicio, este lunes. / Carlos Gil

El acusado del crimen de Miajadas alega que no recuerda el momento del apuñalamiento y que llevaba el cuchillo para defenderse porque «tenía miedo» de la víctima. Este fue el testimonio de P. R. S., que declaró este lunes en la Audiencia Provincial de Cáceres como único imputado por la muerte de un vecino de su pueblo por una deuda de 50 euros en 2021

Tras dos años de instrucción en la que el acusado ha llegado a confesar ser el autor de los hechos, arrancó el juicio que, como particularidad en los casos de homicidio, se celebra con jurado popular. Las partes y los 35 convocados para conformar el tribunal --maleta en mano-- fueron citados a las 9.30 horas en el palacio de justicia. Pasadas las dos horas y tras ser elegidos los 9 ciudadanos --y dos suplentes-- que determinarán si es o no culpable, comenzó la vista con una notable presencia mediática y a la que asistieron estudiantes de Derecho y familiares. 

Siguiendo el procedimiento, hubo ronda de conclusiones provisionales de las partes y a continuación, el acusado quiso responder a las preguntas de la Fiscalía y de su propio abogado. El interrogatorio se prolongó durante algo más de una hora. 

A preguntas del ministerio público, P. R. asumió que sí mantenía una deuda con una amiga de la víctima por la venta de marihuana y no con el ya fallecido aunque reiteró en todo momento que tenía intención de pagarla «cuando tuviera el dinero». Aseguró que en el último mes había recibido cuantiosas llamadas de la víctima, el escrito de la defensa estima que 300 en el último mes, para que le pagara los 50 euros. La misma tarde de los hechos, la víctima acudió primero al bar de los padres del acusado y más tarde a su domicilio. Como consecuencia, llamó a la Guardia Civil para hacerles constar la situación aunque no interpuso denuncia. 

De esta forma, reconoció que, motivado por la insistencia y «acoso» de la víctima, cogió un cuchillo de su casa y se lo guardó en el bolsillo aunque «sin intención de usarlo». Más tarde acudió a un bar donde se encontraba la víctima y una vez allí, confesó que hubo un forcejeo y no recuerda «nada más». «Hay un lapsus en el tiempo», expuso en una cita textual. 

También reconoció que, tras lo sucedido, cogió el cuchillo y lo lanzó para deshacerse de él y defendió que él no tuvo conocimiento que la puñalada había sido mortal. «No sabía lo que había pasado», apunta que le dijo a su hermana. Su defensa pide que sea absuelto porque el homicidio se produjo en una circunstancia de alteración «por las amenazas que la víctima le había proferido horas antes para que le pagara una deuda que no se puede acreditar». Las acusaciones, sin embargo, reclaman que sea condenado por asesinato. La fiscalía pide 19 años de cárcel e indemnizaciones que alcanzan los 300.000 euros y las dos acusaciones particulares --una representa a sus padres y a una hija y la otra a su segunda hija-- suben hasta 21 años. 

La sesión se prolongó también por la tarde en la que declararon testigos, agentes de la Guardia Civil que estuvieron presentes la noche del suceso y el equipo Pegaso que encontró el cuchillo un día después. Continuarán este martes más testigos y el juicio se prolongará hasta el miércoles.