Medidas

Así ahuyentan a las palomas de un balcón en Cáceres

La alta densidad de estas aves se está convirtiendo en un problema de salud pública ya que sus excrementos representan un importante riesgo de infección

Balcón de una fachada en Cáceres con cintas reflectantes para ahuyentar a las palomas

Balcón de una fachada en Cáceres con cintas reflectantes para ahuyentar a las palomas / El Periódico

La alta población de palomas se está convirtiendo en un problema de salud pública en las ciudades, entre otras razones, porque los excrementos de estos animales representan un importante riesgo de infección. Estos animales pueden transmitir enfermedades infecciosas con sus heces y plumas, como hongos, salmonelosis o alveolitis, causando infecciones respiratorias.

Las altas temperaturas multiplican las plagas urbanas, entre ellas las de palomas, por eso algunas comunidades de vecinos están recurriendo ya a soluciones para evitar que aniden en sus balcones y ventanas. Es el caso de un edifico de la calle Colón, donde sus moradores han instalado bandas reflectantes en el balcón para que las palomas no se posen. Estas cintas se mueven con el viento y reflejan destellos de colores que espantan a los pájaros.

Las heces de estos animales, el fuerte olor que desprenden y su poder corrosivo puede llegar a deteriorar estructuras y materiales tanto del mobiliario urbano como de las ventanas y balcones de particulares, para evitarlo, existen varios remedios para disuadir a las palomas de nuestras ventanas.

Cintas reflectantes instaladas en un balcón

Cintas reflectantes instaladas en un balcón / El Periódico

Una opción es colocar alfileres para evitar que aniden en estos espacios. Además, en el mercado se venden repelentes olfativos que se pueden colocar en las ventanas. Olores fuertes, como el vinagre, pueden disuadirlas de instalarse en la fachada.

Es imprescindible mantener limpios estos espacios y evitar que queden restos de comida que atraigan a las aves. Existen también objetos para espantarlas que emiten sonidos o imitan movimientos de sus depredadores naturales y pueden asustarlas.

Cabe recordar que el Ayuntamiento adjudicó hace dos años un contrato para sacar a las palomas del centro histórico de la ciudad. Los vecinos venían quejándose de la suciedad que generan, porque solo un ave defeca unos 12 kilos de excrementos al año. En Mérida, también han pedido recientemente un plan de choque frente a la suciedad que generan las palomas.  El partido Por Mérida denunciaba que cada vez es más amplia la proliferación de estas aves en barrios como Nueva Ciudad, La Antigua, la calle Santa Eulalia o el Centro Cultural Alcazaba.