El blog del cronista

Barrio Nuevo de Cáceres

El barrio nuevo se convierte en un espacio urbano para el acomodo de gentes de diferentes característica, tanto sociales como económicas o religiosas

Fernando Jiménez Berrocal

Fernando Jiménez Berrocal

Hasta el año 1303, en el que el rey castellano Fernando IV concede a la villa cacereña la autorización para poder construir casas fuera del recinto amurallado, no podemos hablar propiamente de Cáceres como un espacio para la vida de gentes de todo pelaje y condición. El nacimiento de un arrabal artesano supone el inicio del impulso urbano extramuros.

Una parte de ese arrabal se concentra en nuevas calles que se desarrollan cercanas al recinto amurallado; Caleros, Hornillo, Gallegos, Cornudilla, Piñuelas. Otras se sitúan en los accesos a la actual Plaza Mayor, Pintores, calle de la Corte, calle Juan de la Peña, Zapatería, Empedrada, los Moros, Godoy, Arco del Rey. Siendo la Plaza Mayor donde se va a concentrar una parte importante de la actividad comercial como las ferias o los mercados, también los ajusticiamientos o los espectáculos taurinos. Esto va a suponer la articulación de un espacio urbano fuera del recinto amurallado donde se guarecen menestrales y también algún hijosdalgo, junto al personal eclesiástico que se ubica en los conventos y monasterios extramuros como La Concepción, San Pedro  o Santo Domingo. Este proceso va a ser lento pero continuo, de tal forma que a partir del siglo XVI se empiezan a crear “barrios nuevos”, como zonas de nueva expansión urbana.

A las afueras de la villa

En Cáceres, el Barrio Nuevo se corresponde con una extensa calle que unía las afueras de la villa con el centro urbano. Desde la Era de los Mártires hasta los accesos a la Plaza Mayor. Un barrio que, tras múltiples intervenciones arquitectónicas que han trasformado la tipología de sus viviendas, ha llegado hasta el tiempo presente con su nombre primigenio, después de haber pasado por diferentes denominaciones.

Debido al asesinato del político José Canalejas el 12 de noviembre de 1912, la veterana calle Barrio Nuevo cambia su nombre por el del político liberal.

El nuevo nombre

En 1937, en plena Guerra Civil, la gestora del Ayuntamiento cacereño acuerda un nuevo cambio de nombre, en este caso José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange. Nombre que llevaría la calle durante los años de dictadura hasta la llegada de la democracia que vuelve a recuperar su nombre original, con el que había sido reconocido durante siglos.

En el padrón de 1590, cuando ya se encuentra consolidada la calle Barrio Nuevo, habitan en ella poco más de setenta vecinos entre los que predominan los de clase pechera, aunque también encontramos miembros de la hidalguía local como Alonso Holguin Becerra, Diego Paniagua o Jerónimo de Andrada. También localizamos población morisca representada por Isabel “ morisca viuda” o diferentes profesionales como el carpintero Diego González, el sastre Julio Sanabria o el zapatero Jerónimo García.

Así mismo encontramos población de origen portugués como Diego Díaz o Ana “la portuguesa”. Como podemos observar el nuevo barrio se convierte en un espacio urbano para el acomodo de gentes de diferentes características, tanto sociales como económicas o religiosas. En años sucesivos encontramos la misma composición del vecindario de la céntrica calle. En 1624 las profesiones predominantes son cardadores, tejedores, pastores o cerrajeros. Un barrio de trabajadores manuales que se sigue congregando a cierta población hidalga minoritaria. 

Real Audiencia

La creación en Cáceres de la Real Audiencia de Extremadura, por Pragmática Sanción de 30 de mayo de 1790, originó un aumento demográfico importante con la llegada de nuevos efectivos poblacionales pasando de los poco más de 6.000 habitantes en 1772 a los más de 7.000 en 1792. Una de las zona de la ciudad que más se va a beneficiar de ese aumento demográfico son las calles cercanas a la propia Audiencia, como era la calle Barrio Nuevo. Nuevos funcionarios se ubican en este barrio que adquiere una subida importante de vecinos relacionados con el sector servicios. Experimentando un profundo proceso de restauración del viejo caserío .  

En el padrón de vecinos de 1900, el Barrio Nuevo es una de las calles más ocupadas de la ciudad con más de 500 habitantes, entre los que encontramos escribientes, farmacéuticos, escribanos, abogados, militares o empresarios locales. Habiendo perdido gran parte de su primigenia composición gremial hasta convertirse en un barrio de características demográficas diferentes. 

El Infanta Isabel

La inauguración del cuartel Infanta Isabel, a partir de 1924, será otro factor que servirá para aglutinar en el Barrio Nuevo nuevos negocios, especialmente bares, donde partidas de soldados degustaban enormes bocadillos con los que saldar cuentas con la escasez del rancho cuartelero. Hasta bien entrado el siglo XX en esta calle llegaron a existir casi una docena de bares y fondas con nombres tan racionados entre sí como la Cepa, la Parra, la Viña, o la Uva , sin olvidar otros más míticos como el Jaipe, el Trece o el Reloj o el simpar Chapeto. También tiendas de comestibles, despachos de pan, carnicería o algún taller de carpintería.

El que fuera un barrio vivo y en continuo dinamismo, actualmente es un ejemplo de arquitectura urbana deprimida, con fachadas necesitadas de cuidado, ausente de vida comercial, céntrico pero huérfano de vida propia, que se ha ido transformando en la medida que lo ha hecho la propia ciudad. Un barrio que forma parte de la evolución histórica y urbanística de Cáceres hace casi cinco siglos.

Suscríbete para seguir leyendo