El testimonio

Mujeres gitanas en Cáceres: "Lo peor es la exclusión social"

152 personas han pasado por el programa Calí en la provincia

Mónica, Carolina y Thalía indican que «la peor parte es la exclusión».

Mónica, Carolina y Thalía indican que «la peor parte es la exclusión». / Ángel García Collado

«La peor parte es la exclusión social. Todos somos iguales y tenemos corazón. Tenemos que mirarnos todos por igual», es el testimonio de Mónica, Carolina y Thalía, tres mujeres gitanas que asisten desde marzo al programa Calí. «Vamos con mucha ilusión porque sabes que aprenderás cosas nuevas», señalan. Actualmente, participan en un curso de natación y se preparan para una de las citas más esperadas del año: una excursión a Huelva, a la playa.

"Llegamos al proyecto porque teníamos muchas ganas e ilusión de participar. Está genial porque salimos todas juntas a hacer cosas como tomar café", indican. Allí participan mujeres de todas las edades: "La más mayor se llama Carmen y tiene 65 años. Allí tratamos a todo el mundo por igual".

Sobre el programa Calí

El programa Calí nació en el año 2016 como una iniciativa a nivel estatal que busca mejorar la inclusión sociolaboral de las mujeres gitanas en situación de vulnerabilidad social. En la sede de la Fundación Secretariado Gitano de Cáceres, hasta 152 mujeres han asistido durante los siete años de historia del proyecto para la realización de cursos preocupacionales, que tienen por objetivo el acercamiento profesional al empleo e intentar insertar a las asistentes en el mercado laboral tras la adquisición de diversas competencias. Al finalizar estos cursos, 14 de las asistentes han encontrado trabajo. También llevan a cabo acciones de sensibilización en igualdad de género y de trato en las que se trabaja el desarrollo personal, la salud, las competencias digitales y la orientación laboral.

Los fines del programa son promover itinerarios personalizados sociales y prelaborales, impulsar la igualdad de género entre hombres y mujeres gitanas, asistir a las que sufren violencia de género, promover la igualdad de trato, sensibilizar e incidir sobre las políticas y sistemas relacionados con la igualdad de oportunidades.

En cuanto a los resultados en Extremadura, 284 mujeres gitanas participaron en itinerarios formativos. Del total, entre el 5 y el 20% se activan para la búsqueda de empleo al finalizar, 22 se incorporaron a un puesto de trabajo y 61 retoman sus estudios académicos. Se han llevado a cabo 127 actividades de sensibilización sobre igualdad de género y 78 sobre antigitanismo, en la que han participado más de 2.500 personas. También han atendido 137 casos de discriminación y a 29 mujeres víctimas de violencia de género, que fueron derivadas al Instituto de la Mujer de Extremadura para su atención.

A nivel estatal, hasta 4.676 personas participaron en estos cursos, de las que 704 se incorporaron al mercado laboral. 392 mujeres fueron atendidas como víctimas de violencia de género y se contabilizaron hasta 1.708 casos de discriminación. Las conclusiones extraídas indican que el programa Calí consigue un impacto positivo en el desarrollo de competencias prelaborales, personales y de lucha contra la discriminación. 

Suscríbete para seguir leyendo