Feria y Fiestas de San Fernando 2024

El ambiente taurino regresa a Cáceres: la Era de los Mártires reabre ante más de 3.000 personas

Cinco años después, la plaza de toros de Cáceres volvió a abrir sus puertas para acoger festejos

Un público llegado desde todos los puntos de la geografía nacional disfrutó de la primera de abono

La cita estuvo marcada por el calor: 33 grados marcaban los termómetros al inicio de la corrida

Pasaban 30 segundos de las 7 de la tarde, una hora muy taurina, cuando las más de 3.000 personas que se congregaron en la plaza de toros Era de los Mártires entonaban esos tres aplausos tan característicos de Las Ventas si al público no le gusta lo que ve. No había paciencia. Cáceres quería toros, y los quería ya. Dos minutos más tardó en abrirse la puerta del patio de cuadrillas antes de que los alguacilillos la atravesasen. En la sombra no cabía un alfiler y, para estar en el sol, había que ser valiente: 33 grados azotaban la ciudad en la calurosa tarde de San Fernando. 

Pablo Hermoso de Mendoza fue el primer torero en pisar el ruedo de la plaza de toros de Cáceres desde que Juan Mora y Emilio De Justo la abandonasen por la puerta grande allá por junio de 2019. Le siguieron dos figuras, Morante de La Puebla y Juan Ortega. Tras ellos, los toreros de plata y los picadores. Con un saludo al palco, en el que se encontraba un Rafael Mateos en pie, y con la banda musical entonando el himno de España ante un coso que se levantaba, daba comienzo la primera de abono de San Fernando 2024.

Media hora antes, ya se agolpaba el público a las afueras del patio de cuadrillas. En Cáceres, este viernes, había gente de todo el país. Ya apuntaba José María Garzón, empresario de Lances de Futuro, en una noticia de este diario, la importancia del turismo taurino en una ciudad. Había gente de Murcia, Córdoba, Sevilla, Lleida… Pero todos con el mismo denominador común: querían ver la vuelta de los toros a la ciudad y a los que, para muchos, son ídolos. 

Ya estaban los caballos de Pablo Hermoso de Mendoza esperando en la parte exterior cuando llegó el primero de los matadores. Fue Juan Ortega el primero en acceder al coso, que se dio un auténtico baño de masas, firmando autógrafos y fotografiándose con los aficionados. Minutos más tarde llegó Morante, el más aclamado, pero apenas se detuvo un par de minutos. 

En la cita estaban Adolfo, Plácido y Manuel, tres compañeros de universidad. Estudian veterinaria y tenían una sorpresa para la corrida: se habían traído un gallo para tirarle a los toreros al finalizar la faena. Adolfo se mostró como gran amante del rejoneo: «He sido aficionado desde pequeño», aunque si tuviera que elegir entre su favorito de la terna, lo tienen claro: «Somos de Morante». Plácido, sin embargo, discrepa con él: «Como espectáculo, el rejoneo es muy bonito, pero como toreo es una falta de respeto. Un toro con los pitones recortados contra seis caballos físicamente preparados no es una batalla equilibrada. Hay que respetar la integridad del animal y las revisiones veterinarias, sin quitarle el mérito a la doma veterinaria», señaló. «Hablar siempre genera falsas expectativas. Solo venimos a disfrutar con los amigos de una tarde de toros», indicaron sobre lo que esperaban de la tarde.

Natalia y Carmen vinieron desde Córdoba y Murcia a pasar un cumpleaños a una finca de Brozas y aprovecharon para disfrutar del regreso de los toros a la ciudad. «Nos gustan el toreo a pie, pero disfrutamos mucho ver a un rejoneador», indicaron. «Pues nosotras venimos a ver a Morante y a ponernos morenas, que hemos comprado entrada en la parte de sol», contaban otras dos amigas pacenses.

Hicieron también su agosto los bares de la zona y las barras instaladas en la plaza de toros. Aunque los precios no fuesen muy económicos, el público acusó el calor y acudió en varias ocasiones para refrescarse. Además, al finalizar, un espectáculo flamenco amenizó con la voz de Zaira Gómez y la música del guitarrista Josemi Iglesias y del percusionista Jony Holgado. Durante el festejo, una mujer fue asistida por un golpe de calor, pero pudo salir del coso por su propio pie.