Jaraíz está rodeada de un maravilloso paisaje, es centro de comunicaciones y cuenta con una industria pimentonera bien arraigada. Los pueblos que han dejado su huella en esta localidad se remontan a la prehistoria, aunque ha sido la civilización romana de la que más restos se han hallado.

Sus orígenes se remontan a la alta edad media. Fue entonces cuando los musulmanes levantan el legendario castillo de Jariza, de donde ha tomado el nombre, aunque la etapa más importante es la de finales del siglo XII, cuando el rey Alfonso VIII funda Plasencia y reconquista el sexmo de la Vera . Su mayor esplendor lo disfrutará con Carlos V en el siglo XVI, fecha en la que vive un glorioso momento tanto en lo relativo a aspectos demográficos, como económicos, religiosos y culturales. Fue aldea de Plasencia hasta finales del XVII, cuando el rey Carlos II le concede el privilegio del Villazgo.

Jaraíz es el principal núcleo de la comarca, de ahí que sea sede de centros culturales, de enseñanza, de servicios y administrativos. Económicamente sus ingresos provienen del cultivo del tabaco, el pimentón y elaboración de embutidos y, en los últimos tiempos, también de la cereza y el turismo, un sector en alza que ha obligado a abrir multitud de establecimientos.

Su casco antiguo tiene un cierto sabor medieval, con calles y plazas que sorprenden a quien las visita, con una plaza central que tiene dos niveles bien diferenciados. Esta villa poseyó una judería importante, de la que ya sólo quedan referencias históricas y que estuvo localizada alrededor de las calles del Patín, de la Lechuga o Los Morenos.

EDIFICIOS CON HISTORIA

Su monumento más importante es la iglesia de santa María, del siglo XV, construida sobre otra más pequeña, de estilo gótico con mezclas de románico y con un bello retablo churrigueresco. Es Monumento Histórico-Artístico. Jaraíz posee, además, otros monumentos como la iglesia de san Miguel, con un magnífico retablo rococó, el palacio del obispo Manzano o la Picota, situada en el mirador del puente de los Bolos, cuya rareza estriba en poseer tres brazos y no cuatro. Igualmente, hay que mencionar la ermita de la patrona, la Virgen del Salobral, que está datada en el siglo XVII.

Además, cuando llega el verano, al igual que en el resto de la comarca, podemos disfrutar de sus aguas, incluida la piscina natural de la garganta de Pedro Chate, un lugar dotado con un área de servicios. Otra posibilidad para el viajero es recorrer los alrededores a través de sus senderos como son Robledo y Corregordo, el de Yuste, el del cerro de las Cabezas, las Pilas de Collado, o la Torre Menguada.