Cae un 50% la producción de uva en la zona de Sierra de Gata

La producción de uva en la comarca de Sierra de Gata se reducirá más de un 50% en la presente campaña, según las estimaciones de la cooperativa vitivinícola de esta zona de la provincia.

Las condiciones climatológicas "atípicas" de los últimos meses, con una primavera con intensas lluvias y el ataque de mildiu en las cepas, son las dos causas fundamentales de este notable descenso que en los términos municipales de Robledillo de Gata y Descargamaría alcanza la cifra de un 80%, tal y como informó Montaña Vázquez, ingeniero técnico agrícola de la Cooperativa de Sierra de Gata, una sociedad que tiene sus instalaciones en Villasbuenas.

La campaña de recogida de la uva en la citada cooperativa comenzó el pasado 31 de agosto, se prolongará hasta el próximo día 17 de este mes y tan solo se está recogiendo el producto los fines de semana, cuando lo habitual en esta época es que los agricultores tengan que esperar colas a las puertas de la sociedad para poder entregar las uvas. El pasado año se vendimiaron en Sierra de Gata aproximadamente 450.000 kilogramos de uva blanca y 100.000 de tinta. Según las previsiones de Montaña Vázquez, en la campaña actual las cifras se reducirán a la mitad y en zonas tradicionalmente productoras y con famosos caldos, como es el caso de los términos de Robledillo de Gata y Descargamaría, la producción cae hasta alcanzar un 80%.

EXPECTATIVAS En cuanto a las previsiones para cubrir la demanda comercial de los vinos de la cooperativa de Gata, Montaña Vázquez aseguró que la producción "es muy justa" para cubrir todas las expectativas de comercialización de las distintas variedades que la firma trabaja hoy en día. Además de la escasa campaña, la cooperativa tiene el reto de seguir intentado encontrar un nicho de mercado estable en el difícil mundo del vino. "Resulta complicado entrar en los mercados, es un sector en el que hay mucha competencia", afirmó. La cooperativa comercializa caldos blancos verdejos y también el conocido pitarra o blanco tradición que habitualmente comercializan los establecimientos hosteleros de Sierra de Gata. Además, tiene en el mercado el vino llamado Barrunta y un tinto crianza que se mantiene en barrica de roble.

A la complicada situación de la vendimia de este año se suman los graves problemas económicos de la cooperativa. Desde su constitución en el año 2.000 no ha pagado en metálico a sus socios, sino con vino de la propia bodega, hecho que cada campaña acarrea un malestar generalizado entre los aproximadamente 400 socios que forman parte de la agrupación de viticultores, actualmente presidida por José Luis Solís Acosta.

En poblaciones de Sierra de Gata como Hernán Pérez, la producción también ha descendido de forma importante y tan solo dos grandes fincas situadas en este término municipal tienen producto suficiente para entregar en la cooperativa. En esta localidad, a la escasez de uva se une además la deficiente campaña olivarera que ha comenzado hace solo unos días.

Las previsiones de los agricultores también señalan una disminución importante de la producción en el olivar de Sierra de Gata de la apreciada variedad manzanilla cacereña. La causa del descenso en la cantidad de aceituna se debe, especialmente, a la vecería del olivar que implica años abundantes y otros de baja producción. El pasado 2006 la campaña de aceituna de la variedad manzanilla cacereña en el ámbito de la Denominación de Origen Gata-Hurdes ascendió a la cifra de aproximadamente cincuenta millones de kilos.

A pesar de la escasez de uva, el producto recogido en la comarca y que se está entregando en las instalaciones de la sociedad vitivinícola sí cumple los parámetros de calidad exigidos por la cooperativa de Villasbuenas, concluyó Montaña Vázquez.