A todo monroyego le exalta la emoción, una vez más, en los momentos en que recuerda la entrega y veneración con la que todo el pueblo de Monroy se distinguió ayer, durante la celebración de las populares fiestas de las Candelas, bajo la singular y preciosa representación de Las Purificás que es su sello de identidad. La misma emoción le embarga viendo como cada año se suman más visitantes, que se acercan al pueblo para disfrutar de este rito que pervive en Monroy y que los vecinos quieren que sea declarado Fiesta de Interés Turístico Regional.

La fiesta contó con la participación del presidente de la Junta, José Antonio Monago, del coordinador general de la Presidencia, Juan Parejo, del presidente de la diputación provincial, Laureano León, del diputado Emilio Borrega, del alcalde de Trujillo, Alberto Casero, y del alcaldel de Monroy, Telesforo Jiménez, y miembros de la corporación local monroyega, además del pueblo de Monroy, los protagonistas con las cuatro jóvenes, las 'purificás', que cantaron las 25 coplas en el acto de la presentación del Niño.

Ayer, frente al incomparable marco de la iglesia parroquial, cuando se procedía a la bendición de las velas, el pueblo parecía querer invocar la llegada de la primavera, pues los ojos se embriagaban ante la preciosa estampa que ofrecía la contemplación de tanta belleza, que florecía y deslumbraba con el profuso y variado colorido del traje típico, que parecía crear un hermoso jardín sobre el que se desplazaba la Virgen elevada sobre sus andas.

El pueblo y muchos visitantes accedieron al interior de la iglesia, que acogía a una multitud expectante. Las cuatro purificás de este año han sido Garbiñe Benito, Clara Tobías, encargada de portar los pliegos con las coplas, Adara Polo y Victoria Vacas, portadoras de las cestas con las palomas. Todas ellas, sabiamente instruidas por la mayordoma Marisol Rosado. La sublime procesión finalizó con la ofrenda de las roscas del piñonate frente al altar Mayor, a cuyo acto siguió la presentación del niño Jesús, que el señor párroco escenificó, recogiendo de las manos de la Virgen para recostarlo sobre el mismo altar Mayor.