Nuevos avisos para el patrimonio de la provincia de Cáceres. Hispania Nostra acaba de incluir en su Lista Roja dos enclaves monumentales en serio peligro por su deterioro: la ermita visigoda de Garciaz y el convento franciscano de Espíritu Santo en Hoyos.

De la ermita visigoda asegura el colectivo que es «una joya de la arquitectura de época visigoda», edificada en torno al siglo VII, que ahora se usa de establo. 

La ermita de la Portera, que así se denomina, cuenta con una bóveda de cañón en herradura, construida a base de sillares de granito reaprovechados de época romana. Y quedan algunos otros muros, enmascarados en el laberíntico edificio que, tras las reformas del XVI y su conversión actual después del derrumbe por la desamortización, se transformó en un establo.

Esta ermita, enclavada en las primeras estribaciones de las Villuercas, a mitad de camino entre las localidades de Conquista de la Sierra y Garciaz, a cuyo término municipal pertenecen, dentro de la provincia de Cáceres, se emplea como establo para el ganado, según denuncia Hispania Nostra.

«No goza de ninguna protección legal específica pese a su altísimo valor patrimonial, y presenta un pésimo estado de conservación», lamentan desde el colectivo patrimonial y, por ello, la han incluido en la Lista Roja del Patrimonio, que recoge cerca de un millar de monumentos españoles que «corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato».

En su conjunto, la ermita de la Portera solo presenta como datos que la identifiquen como tal un santuario rectangular sobresaliente en el este y una fachada con portada gótica en el oeste, que pudiera ser siglo XV.

El fondo del santuario presenta un curioso tipo de ornamentación, cuya fecha es imposible determinar, pero su interés radica en que se trata de una réplica de los nichos con función ornamental, pertenecen al mobiliario litúrgico de los santuarios de los siglos VI-VII. 

Estado ruinoso del convento franciscano de Hoyos. ARTE EN RUINAS

Un convento de Hoyos convertido en cuadra

Además de la ermita de Garciaz, Hispania Nostra también ha incluido en su temida lista a un convento franciscano ruinoso ubicado en Hoyos: el del Espíritu Santo, que comenzó a construirse en 1556 por Pablo Pérez, que acompañó a los hermanos Pizarro en la conquista del Perú y recibió privilegios de nobleza por parte de Felipe II. 

Lo que se inició como la construcción de una pequeña capilla junto a la casa de Pérez, en el siglo XVI, terminó como un convento franciscano un siglo después. Si bien, la vida del convento cesó en 1835, cuando tuvo que cerrar sus puertas tras la exclaustración decretada por Mendizábal.

En la actualidad, el convento está en ruinas. No obstante, se distinguen todavía la iglesia y los cimientos del claustro con sus respectivas puertas de entrada. El templo monástico es de planta rectangular y nave única, centralizada, realizado en sillar al exterior y con mampostería gruesa al interior. También, una entrada en arco de medio punto rematada, encima de la clave, con un escudo en piedra.

A diferencia de la ermita de Garciaz, el convento está catalogado Bien de Interés Cultural (BIC) y ha sido reducido a la categoría de establo. Ambos enclaves son de propiedad privada.

30 enclaves en peligro

Actualmente, la Lista Roja del Patrimonio incluye 30 enclaves en serio riesgo solo en la provincia de Cáceres (incluidos los dos últimos). Entre los más destacados se encuentran: el convento de San Antonio de Padua en Garrovillas de Alconétar (siglo XVII), la ermita de San Jorge de Cáceres (siglo XV), la ermita del Santo Cristo de Talaván (la de los ‘ángeles malos’, cuya rehabilitación sigue paralizada) o el convento de La Magdalena en Trujillo.

El delegado de Hispania Nostra en Exremadura, Alejo Hernández Lavado, asegura que las actuaciones más urgentes deben darse en el convento de Garrovillas: «tras la cesión gratuita a la Junta de Extremadura hay que proceder a la limpieza, cerramiento y apuntalamiento del enclave, para evitar un mayor deterioro». 

Financiado con fondos Feder, la actuación supondrá un coste 100.000 euros (y cuatro meses) para iniciar la recuperación de este edificio, que es el más importante de la provincia por su proyección internacional, asegura Lavado.

En cuanto al deterioro de la ermita de San Jorge, el delegado asegura que las actuaciones continúan pendientes de la escrituración del edificio a manos de la Administración regional. Ya que es de propiedad privada, pero ya se anunció la intención de formalizar la cesión.