Casas del Monte no tendrá mar, pero tampoco tiene mucho que envidiar a las zonas costeras. Puede que su agua no sea salada, pero cuenta con más de un lugar donde darse un baño bien fresquito. Si el calor aprieta, algo habitual en la zona, quizás sea un buen plan buscar piscinas. Y si son naturales, mejor. Es el caso de la Garganta Ancha. Su agua invita a darse un buen chapuzón y el entorno es ideal para poder desconectar. Es uno de los secretos mejor guardados de este bello pueblo cacereño. El Periódico te presenta esta joya que se encuentra junto al Chiringuito-Restaurante El Pontón y es la prueba de que la naturaleza inventó los parques acuáticos bastante antes de que los aquaparks abriesen sus puertas.

Por su ubicación y su servicio, el establecimiento que regentan Silvia Rojo e Iván Rebollo ha dado con la ecuación perfecta que combina los mejores pinchos (callos, orejas, rabo de cerdo, salchichas con pimiento, papas bravas y alioli, calamares...) con raciones (rabas, alitas de pollo, croquetas...), platos combinados (filetes empanados, huevos fritos y patatas...), bocadillos y hamburguesas. Ofrecen precios populares y es un negocio familiar que acaba de abrir hace menos de un mes.

Garganta Ancha, lo mejor para el baño ALBERTO MANZANO

Además desde su terraza se puede observar la estampa de la felicidad, el buen tiempo en este rincón está garantizado. Un paraje de ensueño para disfrutar el fin de semana y una experiencia más que saludable, que es imposible resistirse a ella. Y es que, emulando la canción mítica del grupo The Refrescos, bien puede decirse que aquí, en Casas del Monte, sí que hay playa. 

Paraje de ensueño. ALBERTO MANZANO