Los jerteños han vuelto a echarse a la calle para protestar por un problema recurrente cada verano desde hace varios años: los cortes de agua, que afectan a vecinos , comerciantes y empresarios de la zona, para los que la Administración no ha puesto solución y por lo que piden la dimisión del alcalde, Gabriel Iglesias

La estampa de ayer fue la misma que la de hace un año: decenas de vecinos protestando a lo largo de la vía donde se ubica el consistorio jerteño, dado que los cortes de suministro superan las 12 horas algunos días.

Esta manifestación, en la que volvieron a increpar al regidor jerteño, sirvió para escenificar el malestar ciudadano y clamar de nuevo por una solución definitiva a un problema que no se debe particularmente a la pertinaz sequía de este año, sino que se arrastra desde hace cuatro años. En alguna ocasión, incluso la Asociación de Turismo del Valle del Jerte (TuJerte) ha salido a la palestra para denunciar esos cortes de agua que se producen de manera continuada en verano en diferentes poblaciones de la comarca, y particularmente en Jerte, que “impiden a los establecimientos desarrollar su actividad comercial con normalidad; lo que supone poner en peligro la llegada de visitantes y turistas en temporada estival”.

El presidente de la Asociación de Turismo Rural Jerte, José Santiago, estuvo presente ayer en la manifestación y fue uno de los que solicitó la dimisión del alcalde por la “penosa gestión municipal” de este problema.

El regidor ya anunció el año pasado una investigación para detectar tomas ilegales y sancionar, cuando el municipio sufrió distintos cortes programados en el abastecimiento de agua debido a que la cantidad que entra en los depósitos “no está siendo suficiente para cubrir todas las necesidades de la población”, según apuntaba el consistorio en un bando municipal.

También afirmaban que se haría “todo lo que esté en nuestra mano para que la balsa de agua potable que nos aprobó la Junta de Extremadura se lleve a cabo lo antes posible, para paliar estos problemas de suministro en el futuro”. Un año después, los cortes se siguen sucediendo con el agravante de la sequía.

Dos balsas y acometida urgente

Ahora, los afectados piden la construcción de dos balsas (una para consumo personal y otra para uso comercial y agricultura) y que se haga urgentemente una acometida de agua nueva para abastecerse de una zona más elevada de la Garganta de los Papúos.

El regidor, al igual que hace un año, salió de su despacho de alcaldía para mediar con los vecinos en la protesta, y adelantó que ya se están realizando catas para la ubicación de las balsas y que la Diputación de Cáceres intervendrá con camiones cisterna para paliar la situación. 

La Institución provincial ya ha tenido que intervenir este verano con camiones cisterna en algunos municipios. Tal es el caso de Montánchez, por la avería en el depósito, que provocó que la semana pasada el municipio se quedara sin agua corriente y mantuviera un suministro interrumpido, con cortes programados.

En un bando, el consistorio hacía mención al “desabastecimiento de agua que estamos padeciendo estos últimos días” y pedía que se haga un “uso muy responsable del agua”. Una petición que se extenderá por la provincia a medida que pasen las semanas sin que la lluvia haga acto de presencia.