DINAMIZACIÓN DEL MEDIO RURAL

De la tradición al espectáculo: Cáceres celebra en 2023 tres nuevas Fiestas de Interés Turístico Regional

As Borrallás, en Eljas, ha sido la última en lograr la vitola. Otros municipios, como Montánchez y sus Jurramachos, no lo han conseguido aún

«As Borrallás» se celebra en Eljas los años impares y en Foios los pares, en homenaje a los contrabandistas.

«As Borrallás» se celebra en Eljas los años impares y en Foios los pares, en homenaje a los contrabandistas. / CEDIDA

Al inicio de 2023, Extremadura suma 63 Fiestas de Interés Turístico Regional con la reciente declaración de «As Borrallás» de Eljas, que el próximo otoño ya podrá lucir la vitola en su particular festejo de las castañas, en el que se rinde homenaje a los contrabandistas que atravesaban la Raya luso-extremeña. Unos años celebran «As Borrallás» en Eljas, y otros el se traslada al pueblo luso de Foios. Los participantes asan castañas y disfrutan del folklore local.

Estraperlo

El festejo conmemora el estraperlo, una importante vía para conseguir recursos económicos en épocas pasadas. El municipio portugués y el serragatino celebran «As Borrallás» juntos desde 1993. Y ya en 1995 firmaron su hermanamiento. Desde entonces, aunque Eljas era el punto de encuentro de portugueses y lagarteiros, acordaron que se celebraría «As Borrallás» en el municipio cacereño los años impares y los pares el Magusto en Foios (siempre en una fecha cercana al Día de Todos los Santos). 

En Eljas, a los pies del castillo de Rapapelo se encuentra el monumento al ‘macuteiro’, que quiere decir contrabandista en lagarteiro, el dialecto de A fala que se habla por esa zona, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

El capazo

A medio camino entre la tradición y el espectáculo, las fiestas populares luchan por entrar en el selecto club de Interés Turístico; un acicate para dinamizar la economía del medio rural y conseguir mayor financiación para evitar que caigan en el olvido.

Las últimas en sumarse a este listado (además de la de Eljas) son: los festejos taurinos de San Buenaventura en Moraleja y la «Quema del capazo» en Torre de Don Miguel (también en la Sierra de Gata). Pocos pueblos cuentan con un rito tan ancestral que se haya mantenido vivo a través de los tiempos durante tantas generaciones. El Capazo lucirá su recién conseguida vitola el próximo mes de abril, cuando se vuelvan a mezclar costumbres y simbología de la tradición pagana y la católica, que coincide con los actos festivos de Nuestra Señora de la Bienvenida. En la festividad, los jóvenes del pueblo marchan a la sierra para cortar un roble de unos cinco metros provisto de horcas para arrastrarlo a los pies del templo de la población. 

Un ejemplo de cómo una tradición (que hunde sus raíces en tiempos ancestrales) se convierte en un espectáculo, donde se dan la mano religiosidad y cultos paganos de ofrenda al fuego, al árbol, a la luna y al sol y que rememora uno de los ritos más antiguos de Extremadura, y que se cree podría remitirse a costumbres de algún pueblo vetón. 

Fiesta de la «Quema del Capazo» en Torre de Don Miguel.

Fiesta de la «Quema del Capazo» en Torre de Don Miguel. / AYUNTAMIENTO DE TORRE DE DON MIGUEL

Jurramacho

Otros municipios, como Montánchez y su Jurramacho, no consiguieron en 2022 pasar el test de los técnicos de la Junta de Extremadura; volverán a intentarlo este próximo mes de febrero, durante sus particulares carnavales.

El tipismo de esta fiesta radica en un intento de lograr la irreconocibilidad del disfrazado con el uso de ropajes antiguos sin ningún criterio estético, y para las máscaras suelen utilizarse los paños que sirven para cubrir los populares jamones montanchegos. La estampa de los jurramachos reunidos en la plaza del pueblo revela una de las tradiciones folclóricas más singulares de Extremadura.