Un maestro y mejor persona

Pepe Higuero, que estás en lo alto del todo, hoy te quiero escribir mi recuerdo más personal. Aquel que te describe como mi referente más identitario. Un trabajador en el mundanal trasiego de las calles. Un maestro en su ética y en sus convicciones. Para mí significa ese referente, ese Juan Nadie que desde su Alcuéscar natal, se remangaba las mangas cada día y hacía de su experiencia vital una causa vital, porque le apasionaba lo que siempre hacía. No era sólo Pepe el de la pajarita o el del gorro ruso, es Pepe el hombre que postuló a tantos y a tantos jóvenes porque creía en nosotros. Mis referencias están en mi colaboración en el Periódico Extremadura en mi etapa estudiantil. En mis artículos, que tan generosamente apoyaba, cuando, por ejemplo, la sinrazón de la intolerancia pretendió judicializar hasta el extremo de intentar acallar mi libertad de expresión, en algo que era tan cierto como la convicción manifestada. Pepe me respaldó y lo hizo por la convicción de la defensa de las ideas, frutos del desarrollo de las acciones. Para mí fue un gesto vital que nunca olvidaré y del que le debo el haberme convencido que en la vida o se lucha o se deja de pelar. Pero siempre se lucha si quieres defender la verdad, y hacerla desde el argumento, y desde la sabiduría de los que la practican. Eso es para mí Pepe Higuero el referente, el hombre bueno, el hombre cabal, el extremeño que en la universalidad se acercaba más y más a su querida tierra. El que lideró un periódico y le dio en bandeja de plata la opinión de la calle.

Adiós amigo, y no dejes nunca de estar presente en mí.