De marcas y señalamientos

Dice Mario Martín: «Una derecha faltona, que no acepta la derrota ni guarda las formas, y que ni siquiera se distancia, o lo hace con la boca pequeña y justificándolas en parte, de las algaradas violentas y hasta los ataques (a diputados socialistas) pues el PP había difundido todos sus perfiles en una repugnante campaña titulada ‘todo por la silla’, señalándolos. Qué clase de patriotas son estos, se pregunta uno cuando ve, entre los gritones que se congregan en Ferraz, tantas banderas con el escudo constitucional recortado, o con el aguilucho franquista ondeando al viento. El problema del PP es que no tiene una alternativa que ofrecer a España, más allá del antisanchismo. De todos modos, que se calmen: los suyos gobiernan en casi todas las autonomías, en algunas incluso sin haber ganado las elecciones.»

Añado: Los nazis marcaron a los judíos con una estrella. Espero que al menos estos «patriotas» marquen a quienes pensamos diferente con una rosa, eso sí, bien llena de duras espinas, que pinchen sus sucias y finas manos. Pero qué vamos a esperar, cuando toda una señora presidenta de Madrid utiliza un lenguaje barriobajero para insultar a su presidente del Gobierno (mal que le pese) y, además, lejos de disculparse, hace mofa de ello y le ríen y propagan la gracia, tan graciosa que es ella. Menos mal que Sánchez en su alusión no mencionó los siete mil muertos de sus residencias de ancianos, solo los negocios de su querido hermano. Por cierto, dado el éxito obtenido entre sus simpatizantes, que le mandan cestas de esas frutas que tanto le gustan, bien haría en repartirlas por las residencias de mayores precisamente, a ver si así se olvidan de su gestión y olvido para con ellos en tiempos de la pandemia. Muchos de los antiguos residentes ya no podrán degustarlas, desgraciadamente.