Quizá los dominicos Fray Bartolomé de las Casas y Antonio Montesinos y su defensa de los indígenas hace cinco siglos no puedan con unos monjes cistercienses en la Argelia de finales del siglo XX, pero, por el momento, ambos están en el mismo sitio. A través del cine, en la lista de 65 aspirantes al Oscar de mejor película de habla no inglesa de la que el 25 de enero saldrán los cinco finalistas.

De dioses y hombres , ganadora del Gran Premio del Jurado en Cannes y seleccionada por Francia para la 83 edición de los premios de la Academia de Hollywood que se entregan el 27 de febrero, se perfila ya como favorita. Pero nada resta ilusiones y esperanzas a la candidata española, También la lluvia , que ya ha empezado su carrera de promoción en EEUU.

"Solo con la selección ya nos ha tocado la china", contaba esta semana su directora, Icíar Bollaín, en el Instituto Cervantes de Nueva York, donde se presentó el jueves el festival Spanish Cinema Now que cada año realiza el Lincoln Center. La película, rodada en Bolivia, escrita por Paul Laverty y protagonizada por Luis Tosar y Gael García Bernal, abrió el viernes oficialmente ese ciclo. "A partir de la selección encontramos distribuidora (Vitagraph Films) y con suerte, si seguimos avanzando, podremos venderla en todo el mundo".

Margot Gerber, la responsable de márketing y publicidad de la distribuidora, habla con satisfacción de la buena recepción que los primeros pases han tenido entre los académicos y menciona que en las tarjetas de valoración que rellenan tras esos pases "ha habido más de un 10". Y Richard Peña, el director de la Film Society del Lincoln Center, cree que no será menoscabo para las opciones de la película el hecho de que el año pasado el Oscar se lo llevara otra producción en castellano, El secreto de sus ojos . "No creo que los académicos piensen tanto", ironizaba Peña.

Puede que lo mejor ante una carrera como esta sea tomarse las cosas como propone Fernando Trueba: con humor. "Es como si una chica se fija en ti. No es que tú hagas nada, es que la chica se ha fijado", decía en la presentación del ciclo del Lincoln Center, donde presenta Chico y Rita , su colaboración con Javier Mariscal, y donde Agustí Villaronga es objeto de una retrospectiva.

Trueba rememora el Oscar que le llegó por Belle Epoque como una "experiencia de perplejidad". "Yo creo que me lo dieron por casualidad o por error", dijo el cineasta, que recordó que aquel año la favorita era Adiós a mi concubina , de Chen Kaige. "Siempre que me lo encuentro me siento culpable", bromeó.

Lo que Trueba sí sabe es el impulso que da el Oscar. "Es como un cheque en blanco que no sabes hasta cuándo durará pero que te permite trabajar cierto tiempo con cierta libertad", algo que Bollaín agradecería para su próximo proyecto, que rodará en Nepal.

Pero para que llegue ese impulso aún hay que esperar. Días antes de que se anuncien las finalistas, se hace pública una lista de preseleccionadas entre las 65 presentadas. La competencia es dura. Finlandia ha enviado un documental, que sería el primero en entrar en la categoría. Hay un filme iraquí y la primera representante de Etiopía desde que se creó el premio, en 1947. Y competencia en castellano, como Biutiful , protagonizada por Javier Bardem, (México) y Hermano (Venezuela). Y Tailandia ha enviado a la triunfadora de Cannes, Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas.