El Madrid galáctico no carbura aún. La deslucida victoria, por penaltis, ante el Valencia en el Trofeo Naranja no sirvió para tapar los problemas a los que se enfrenta Carlos Queiroz para encontrar el equilibrio entre defensa y ataque. Por lo visto en Mestalla, el equipo blanco anda muy lejos de conseguir ese objetivo, como podía preverse antes de iniciarse la preparación y ante tal constelación de estrellas. Con la sombra de Vicente del Bosque sobre sus espaldas, la tarea de encajar todas las piezas no es fácil. A ellos se une el espinoso caso Makelele .