Por primera vez desde la cita de Seúl (1988), las modalidades colectivas se van de unos Juegos sin subir al podio. El potencial indiscutible de algunas selecciones quedó arruinado por unos cruces de cuartos de final que fueron letales. El caso más paradigmático fue el del baloncesto masculino, en el que el equipo encabezado por Pau Gasol sólo perdió un partido de siete y acabó en 7 posición. El encuentro de cuartos de final le enfrentó a Estados Unidos, que perdió tres partidos y se hizo, sin embargo, con el bronce. España ganó en la primera fase, además, a Argentina e Italia, oro y plata al final. Alemania fue el verdugo de España tanto en los cuartos de final de balonmano, después de dos prórrogas y penaltis, como en el partido para el bronce de hockey sobre hierba, con gol de oro.

El waterpolo, pendiente de un urgente relevo generacional, quedó sexto finalmente, mientras que el de hockey sobre hierba femenino fue el único equipo que quedó fuera de los ocho primeros puestos. Pero aun así, el balance es bueno.